Al menos 643 acciones represivas se registraron en enero en Cuba ante el silencio de gran parte de la opinión pública mundial, informó este jueves el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), que lleva un conteo mensual de estas violaciones en la isla.
De estas represiones, “136 fueron detenciones arbitrarias y 507 otros abusos”, detalló la organización.
Alejandro González Raga, director ejecutivo del OCDH, afirmó en el reporte que la “espiral represiva continúa en Cuba, ante el silencio de España, la Unión Europea y América Latina. Dada la grave situación, callar en estos momentos es sinónimo de complicidad”.
Entre los peores abusos cometidos al comienzo de 2022, la ONG incluye “los juicios contra manifestantes, incluidos menores de edad, con testigos manipulados, favorables a la versión oficial, sin la debida defensa, amenazas a los familiares y una aplicación torticera de la ley por jueces que no son independientes”.
El informe indica que, de los 187 juicios registrados en el país en enero, “al menos 184 han sido por las protestas del 11 de julio pasado”.
Según el Observatorio, le siguen en la lista los hostigamientos, el sitio de viviendas, citaciones, amenazas y multas, además de las prohibiciones de viaje y el exilio forzado. “A siete activistas se les impidió viajar fuera del país y a otros cuatro se les obligó a exiliarse”, precisó el reporte.
Esta situación se agrava por día, advierte González Raga.
“El anuncio de un nuevo código penal, que incluso convierte en delitos supuestos derechos recogidos en la Constitución y mantiene la pena de muerte, añade preocupación en estos momentos. Tanto la diplomacia europea como la oficina de Michelle Bachelet en la ONU, han puesto muchas esperanzas en las nuevas leyes del régimen. ¿Qué harán ahora?”, se pregunta.
El informe hace también referencia a las recientes condenas de la situación en Cuba por parte de reconocidos artistas a nivel internacional, como los integrantes del dúo español Andy y Lucas, Alex Ubago y el mexicano Kalimba, entre otros, “quienes cancelaron sus actuaciones en Cuba en protesta por la represión, en contraste con el silencio de la clase política internacional”.