Cuba y Argentina serán invitadas a la próxima cita en Cádiz a pesar de los diferendos de Madrid con La Habana y Buenos Aires.
Convencida de la necesidad de revitalizar las cumbres iberoamericanas, un foro que en los últimos años perdió capacidad de convocatoria, España se ha propuesto que la próxima sea una reunión con contenidos y sobre todo con resultados concretos.
Así lo declaró en entrevista exclusiva al diario chileno El Mercurio el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, quien dijo tener muy claros cuáles son los temas en los que los jefes de estado y de gobiernos participantes pueden avanzar con una agenda de futuro.
A pesar de que nada puede estar “más lejos “ que los postulados de Cuba de los de España, García-Margallo ratificó que el gobierno de la isla será invitado a participar en el cónclave, que tendrá lugar el 16 y 17 de noviembre próximo en la ciudad española de Cádiz.
También confirmo que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, “será invitada como corresponde y se hará lo posible para que asista”, aun cuando en este momento lo que pasará entre los dos países “es una incógnita” --dijo el ministro-- después de que Buenos Aires expropió una filial de la petrolera española Repsol.
García-Margallo afirmó que la diplomacia española trabaja ya a toda máquina con el objetivo de que "Iberoamérica sea un referente internacional y un motor de prosperidad y crecimiento para nuestros pueblos".
Según el ministro, los puntos en la agenda de la cumbre son primero, reflexionar sobre lo que se quiere para la comunidad iberoamericana y, segundo, debatir nuevas políticas de crecimiento, tomando en cuenta las experiencias exitosas.
En tercer lugar –dijo-- ver cómo llevar más Europa a Iberoamérica y definir qué papel puede tener Iberoamérica en Europa; y por último, buscar programas de cooperación con impacto directo en la ciudadanía.
Así lo declaró en entrevista exclusiva al diario chileno El Mercurio el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, quien dijo tener muy claros cuáles son los temas en los que los jefes de estado y de gobiernos participantes pueden avanzar con una agenda de futuro.
A pesar de que nada puede estar “más lejos “ que los postulados de Cuba de los de España, García-Margallo ratificó que el gobierno de la isla será invitado a participar en el cónclave, que tendrá lugar el 16 y 17 de noviembre próximo en la ciudad española de Cádiz.
También confirmo que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, “será invitada como corresponde y se hará lo posible para que asista”, aun cuando en este momento lo que pasará entre los dos países “es una incógnita” --dijo el ministro-- después de que Buenos Aires expropió una filial de la petrolera española Repsol.
García-Margallo afirmó que la diplomacia española trabaja ya a toda máquina con el objetivo de que "Iberoamérica sea un referente internacional y un motor de prosperidad y crecimiento para nuestros pueblos".
Según el ministro, los puntos en la agenda de la cumbre son primero, reflexionar sobre lo que se quiere para la comunidad iberoamericana y, segundo, debatir nuevas políticas de crecimiento, tomando en cuenta las experiencias exitosas.
En tercer lugar –dijo-- ver cómo llevar más Europa a Iberoamérica y definir qué papel puede tener Iberoamérica en Europa; y por último, buscar programas de cooperación con impacto directo en la ciudadanía.