Venta de pesos convertibles crea escasez de efectivo en Cuba

Desde el colapso de la Unión Soviética, los cubanos llevan dos monedas en el bolsillo: el peso en que los empleados públicos reciben sus salarios y pagan por algunos productos y servicios básicos, y un "peso convertible" o CUC equivalente al dólar en que

Algunos cubanos, presuntamente, están cambiando sus ahorros en dólares estadounidenses, euros e incluso joyas.
Temerosos de una devaluación de la moneda, los cubanos se han estado deshaciendo de tantos pesos convertibles, conocidos como CUC, que pueden haber provocado una escasez de pesos regulares, asegura este domingo El Nuevo Herald.

Algunos agentes cambiarios privados ya ni siquiera están aceptando más CUC. Otros cubanos, presuntamente, están cambiando sus ahorros en dólares estadounidenses, euros e incluso joyas.

Y algunos de los precios tanto en CUC como en pesos han subido, mientras que otros han bajado debido a las fluctuaciones de la moneda.

A medida que el general Raúl Castro continúa con su mal definido plan para unificar el extraño sistema de doble moneda del país, los nerviosos cubanos intentan determinar a qué posibilidades apostar en el tambaleante mercado de divisas, continúa el diario.

“Esto ha creado muchas inquietudes pero es más una preocupación latente que una ola de pánico en este momento”, dijo Gary Mayberduk, funcionario retirado del Departamento de Estado que trabajó en La Habana de 1997 a 1999 y pasó 18 días en la isla el mes pasado durante un proyecto de investigación.

El sistema monetario cubano que consta de dos monedas surgió de la necesidad de atraer divisas fuertes luego del colapso de la Unión Soviética y de sus vastos subsidios. Los CUC son usados para comprar artículos importados o en alta demanda, y los pesos se usan para pagar los salarios y comprar bienes básicos.

Pero el sistema cambiario empezó a tambalearse a principios de marzo, luego de que el gobierno comunista de Castro anunció los primeros pasos hacia la unificación de las dos monedas para convertirlas en una, llamada sencillamente “peso cubano”.

“Hay personas que, por ignorancia, piensan que lo bueno es tener pesos cubanos” y han estado vendiendo tantos de sus CUC que podrían haber estado ayudando a crear una escasez de pesos, dijo la economista disidente de La Habana Martha Beatriz Roque.

Varias personas hacen cola frente a una Casa de Cambio (CADECA).

Roque dijo que al menos tres tiendas CADECA en la capital tuvieron que cerrar en semanas recientes luego de quedarse sin pesos. Alberto Méndez Castelló, periodista independiente de la ciudad de Puerto Padre, en el norte de Oriente, dijo que allí pasó lo mismo.

La única tienda CADECA de su pueblo cerró temprano unos cuantos días y nunca abrió varios otros a finales de marzo porque se quedó sin pesos, dijo Méndez. Cuando reabrió, sus pesos olían como si estuvieran acabados de imprimir, escribió Méndez en el website Cubanet.

Méndez agregó que un agente cambiario ilegal del pueblo le había dicho que ya no estaba comprando CUC porque nadie los quiere. Pero sus precios en dólares de EEUU se han mantenido estables durante las últimas semanas, según el periodista.

El agente cambiario paga 97 CUC por cada $100, por billetes de $50 y $100, deseados por los cubanos que viajan al extranjero y quieren hacer algunas compras. El paga una tarifa de 96 CUC por billetes más pequeños si suman más de $100, y 90 por cantidades menores.

Mayberduk dijo que una persona en Cuba le ofreció cambiar sus dólares estadounidenses por CUC uno a uno, 15 por ciento más de la tarifa oficial pagada en las tiendas CADECA en toda la isla.

El profesor retirado de la Universidad de La Habana Enrique López Oliva dijo entretanto que algunas tiendas de mercancía importada o valiosa que antes solo aceptaban el pago en CUC ahora aceptan pesos, al precio oficial de 25 por un $1.

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Otras tiendas y los conductores de taxis en La Habana, que normalmente cobran en pesos, están aceptando CUC, pero a 23 y hasta 22 pesos por CUC en vez de 25, agregó López Oliva, lo cual de hecho aumenta los precios para esos clientes.

Mayberduk dijo que varias personas expresaron su preocupación sobre la unificación de la moneda durante su visita a la isla, y le dijeron que no sabían qué moneda debían guardar para mitigar el impacto de una devaluación.

La unificación de la moneda también será complicada para las empresas estatales, en las cuales ya está siendo llevada a cabo, debido a las diferentes tasas de cambio que el gobierno usa en dependencia del tipo de empresa y los artículos involucrados.