El Papa Francisco ora por la paz y diálogo en Nicaragua, tras las agresiones a la Iglesia Católica

El Papa Francisco durante el rezo del Angelus, en el Vaticano, el 21 de agosto de 2022. (Handout/Reuters).

El Papa Francisco expresó el domingo su preocupación por la situación en Nicaragua, donde la policía detuvo a varios clérigos católicos —entre ellos un obispo— que se mostraron críticos con el gobierno del presidente Daniel Ortega.

“Sigo con preocupación y dolor la situación creada en Nicaragua que involucra a personas e instituciones. Quisiera expresar mi convicción y mi deseo de que, a través de un diálogo abierto y sincero, se puedan seguir encontrando las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”, dijo el Papa de 85 años de edad, a miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro para sus comentarios habituales de los domingos.

Las declaraciones del primer papa latinoamericano sobre Nicaragua se dan tan solo dos días después de la detención de monseñor Rolando Álvarez, un obispo crítico del presidente Daniel Ortega que fue sacado por la fuerza del Palacio Episcopal para ser trasladado a casa de sus familiares en Managua, donde se encuentra bajo arresto domiciliar.

Siete personas que acompañaban al religioso en la casa cural se encuentran detenidos en la cárcel El Chipote bajo investigaciones, según indicó la Policía nicaragüense.

Antes del allanamiento de la madrugada del viernes, las autoridades nicaragüenses habían acusado al obispo de incitar al odio y la violencia.

La Policía Nacional confirmó las detenciones y dijo que el operativo se realizó para que la ciudadanía y las familias de Matagalpa recuperen la normalidad. No citó cargos específicos.

En ese contexto diversas organizaciones se habían pronunciado pidiendo al máximo jerarca de la Iglesia católica que manifestara sobre la persecución de Ortega contra los religiosos.

Una de las últimas manifestaciones fue firmada por 26 exjefes de Estado de Latinoamérica quienes señalaron que es “preocupante” lo que acontece en Nicaragua “bajo la primitiva dictadura de los Ortega-Murillo”.

Ortega ha tildado a los sacerdotes nicaragüenses de “demonios con sotana” desde el año 2018 que empezaron manifestaciones en su contra por albergar a manifestantes que huían de la “represión estatal”, a como lo llamó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En los últimos tres meses Ortega ha detenido a tres sacerdotes acusados de diferentes cargos, pero también ha cancelado radioemisoras pertenecientes a la Iglesia.

Según la socióloga Zoilamérica Ortega Murillo, “el régimen considera a la Iglesia como un enemigo político” y precisamente por esa razón ha empezado a atacar a los religiosos.

Algunos analistas han expresado que el pronunciamiento del Papa Francisco fue “poco firme” al ser “crítica la situación de la Iglesia” en Nicaragua, sin embargo, otros consideran que fue positivo.

“Yo me siento conforme con lo que dijo el Papa porque hizo visible el tema de Nicaragua y lo del diálogo sincero y franco yo creería que es casi que un protocolo porque Ortega ha demostrado que no quiere dialogar y no tiene incentivos para hacerlo”, indicó a la Voz de América el exdiputado opositor y analista político Eliseo Núñez.