Donan miles de dólares en suministros y equipos para hospitales que los necesitaban “desesperadamente”, según el periódico californiano Mercury News.
Un grupo integrado por 14 miembros y amigos del Club de Rotarios de la ciudad de Cupertino, en California, viajaron a mediados del mes pasado a Cuba para donar suministros médicos, incluido un equipo para hacer electrocardiogramas.
Según una información difundida en la página digital del periódico de San José MercuryNews concretar el viaje para entregar “suministros médicos desesperadamente necesitados por hospitales” no fue una tarea fácil y hubo que esperar tres años.
El viaje de los rotarios estaba previsto para el otoño del año pasado pero indirectamente se retrasó debido a la obtención de licencias que permiten ir a la isla en virtud de los llamados contactos “pueblo-pueblo”, dice la publicación.
Además de las dificultades propias del viaje tampoco resultó barato—añade—: “cada viajero tuvo que aportar una donación mínima de $500 dólares como parte de un total de donativos de $40 mil”.
La delegación estuvo encabezada por Teresa Erdman, una rotaria nacida en la isla y que solo tenía cinco años de edad cuando su familia abandonó el país y vino a Estados Unidos.
Para Jerra Rowland, otra de las integrantes del grupo quien ha viajado ampliamente en nombre de los rotarios a muchos otros países, incluidos Honduras, India y Guatemala, fue su primera visita a Cuba.
“Las circunstancias de vida son las mismas en todos —señaló—. Hay un pequeño porcentaje (de la población) que es muy rico, y hay un gran número que emplean la mayor parte del día simplemente buscando lo esencial para sobrevivir”.
Según una información difundida en la página digital del periódico de San José MercuryNews concretar el viaje para entregar “suministros médicos desesperadamente necesitados por hospitales” no fue una tarea fácil y hubo que esperar tres años.
El viaje de los rotarios estaba previsto para el otoño del año pasado pero indirectamente se retrasó debido a la obtención de licencias que permiten ir a la isla en virtud de los llamados contactos “pueblo-pueblo”, dice la publicación.
Además de las dificultades propias del viaje tampoco resultó barato—añade—: “cada viajero tuvo que aportar una donación mínima de $500 dólares como parte de un total de donativos de $40 mil”.
La delegación estuvo encabezada por Teresa Erdman, una rotaria nacida en la isla y que solo tenía cinco años de edad cuando su familia abandonó el país y vino a Estados Unidos.
Para Jerra Rowland, otra de las integrantes del grupo quien ha viajado ampliamente en nombre de los rotarios a muchos otros países, incluidos Honduras, India y Guatemala, fue su primera visita a Cuba.
“Las circunstancias de vida son las mismas en todos —señaló—. Hay un pequeño porcentaje (de la población) que es muy rico, y hay un gran número que emplean la mayor parte del día simplemente buscando lo esencial para sobrevivir”.