EEUU preocupado por el uso del ejército cubano en el control de la economía y en la represión a la ciudadanía

La policía antidisturbios recorre las calles luego de una manifestación contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel en el municipio de Arroyo Naranjo, La Habana el 12 de julio de 2021.

Durante una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado sobre la política de Estados Unidos en relación a la democracia en América Latina y el Caribe, Brian A. Nichols, Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, habló de las prioridades de la administración del presidente Joe Biden en lo que concierne a Cuba.

Nichols explicó que la política hacia Cuba se centra en el apoyo al bienestar del pueblo cubano y en promover la rendición de cuentas por abusos contra los derechos humanos y que con la aplicación de sanciones globales de Magnitsky, Estados Unidos ha impuesto consecuencias tangibles contra los represores en Cuba.

Mencionó además que la administración Biden trabaja con el sector privado y otros interesados para identificar opciones viables para garantizar un mayor acceso a Internet para los cubanos.

El presidente del Comité, el senador Bob Menéndez (D-NJ) expresó su preocupación por el uso de los militares para reprimir las protestas pacíficas y la expansión del control de los militares de la economía cubana.

Nichols dijo estar de acuerdo en que “el papel del Ejército cubano, el MINFAR, GAESA en el dominio de la economía y el control de las empresas más importantes, colocándose en condiciones de absorber los recursos que van a diferentes partes del país, es motivo de gran preocupación”.

También señaló "que el papel de los militares en la represión de los ciudadanos que sólo buscan ejercer sus derechos fundamentales de libertad de expresión y reunión se ha documentado durante décadas".

"Todo lo que podamos hacer para prevenir esa conducta, creo que será importante”, declaró el funcionario.

Nichols añadió que la administración continúa buscando a individuos específicos para sancionarlos bajo el rango completo de sus autoridades y bloqueando recursos para evitar que vayan a parar a organizaciones y compañías controladas por los militares.

A preguntas sobre los obstáculos que enfrenta EEUU para ayudar a los cubanos a tener un mayor uso de Internet, Nichols mencionó varios desafíos.

“El primero es la cantidad de ancho de banda que ingresa al país, que es bastante limitado. Si hubiera un mayor ancho de banda en general, habría una mayor capacidad para acceder a Internet a velocidades más altas. El régimen utiliza una serie de tecnologías y técnicas para bloquear el acceso a Internet a personas, a pequeños grupos de personas, a ubicaciones geográficas específicas y, en realidad, no suele cerrar todo Internet en la isla. Por lo tanto, vencer esas técnicas y tecnologías es un enfoque importante de nuestros esfuerzos”, explicó.

Nichols mencionó la idea de proyectar una señal inalámbrica en la isla, “ya sea desde un globo o un avión o desde una ubicación estática” cuando las autoridades cubanas estén activamente tratando de interferir.