A continuación, un editorial que refleja los ideales e instituciones estadounidenses:
“Estados Unidos condena en los términos más enérgicos la continua y atroz violencia en todo Sudán, particularmente en El Fasher y otras zonas de Darfur y la región de Kordofán”, declaró el embajador Jeffrey Bartos, representante de Estados Unidos ante las Naciones Unidas para Asuntos de Gestión y Reforma.
“Denunciamos en los términos más enérgicos el ataque del 13 de diciembre contra las fuerzas de paz de la ONU en Kadugli, Kordofán del Sur. El gobierno de Trump condena inequívocamente las atrocidades cometidas tanto por las Fuerzas Armadas Sudanesas como por las Fuerzas de Apoyo Rápido. Esto incluye las atrocidades cometidas por las Fuerzas de Apoyo Rápido en El Fasher y los informes sobre ataques étnicos contra civiles por parte de las Fuerzas Armadas Sudanesas en Wad Madani”.
Estados Unidos condena además el uso de armas químicas por parte de las Fuerzas Armadas Sudanesas, en violación de la Convención sobre Armas Químicas. “Debemos exigir responsabilidades a Sudán. La rendición de cuentas no es opcional. Es la piedra angular de la credibilidad de la Convención”, subrayó el embajador Bartos. “Permítanme ser claro: la responsabilidad recae en las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido para poner fin a este horrible conflicto de inmediato”.
Bajo el liderazgo del presidente Donald Trump, el secretario de Estado Marco Rubio y el asesor principal Massad Boulos han propuesto una solución a través de una tregua humanitaria, indicó el embajador Bartos.
“Instamos a ambas partes beligerantes a aceptar este plan sin condiciones previas de inmediato. También hacemos un llamado a todas las partes a cumplir con sus compromisos humanitarios, incluyendo abstenerse de atacar a civiles y permitir el acceso humanitario pleno, seguro y sin obstáculos en todo el país. Es imperativo que las autoridades pertinentes extiendan la apertura del cruce fronterizo de Adré con Chad más allá del 31 de diciembre. No debe haber condiciones previas para la entrega de asistencia humanitaria ni politización del acceso”.
Esta devastadora guerra, la caída de El Fasher, la escalada del conflicto en la región de Kordofán y años de conflicto en el corazón de Jartum no serían posibles sin el apoyo financiero y militar externo a las partes en conflicto.
“El suministro de armas a cualquiera de las partes prolonga el conflicto y, si las armas se proporcionan a las partes en Darfur, sin la aprobación del Comité, constituye una violación del embargo de armas de la ONU. Esto debe cesar”, advirtió el embajador Bartos.
Estados Unidos alienta al Consejo de Seguridad a utilizar las herramientas a su disposición, incluidas las sanciones, para exigir responsabilidades a quienes cometen atrocidades en Darfur.