Futuros operadores de drones ya estudian en la universidad

  • Agencias
Varias universidades estadounidenses ofrecen cursos, grados e incluso doctorados para formar a los estudiantes en el emergente sector de los aviones no tripulados.
Si un negocio de futuro son los drones, las empresas necesitan profesionales que los piloten. Bajo esta premisa, varias universidades estadounidenses ofrecen cursos, grados e incluso doctorados para formar a los estudiantes en el emergente sector de los aviones no tripulados.

Empresas, universidades y alumnos no quieren esperar a que se autorice legalmente el uso civil de los aviones no tripulados: quieren llegar a finales de 2015, para cuando se espera su uso comercial, preparados para ganarse la vida en un sector que promete crear miles de puestos de trabajo y generar miles de millones de dólares.

"Está claro que si quieres iniciar un negocio, debes encontrar una brecha en el mercado", explica a Efe Jerry LeMieux, presidente y fundador de la Unmanned Vehicle University, que pilotó aviones militares y ahora lo hace en una aerolínea comercial norteamericana.

"Los vehículos aéreos no tripulados serán la próxima revolución; de hecho, ya este mismo año, porque muchas grandes compañías están invirtiendo en este área", subraya el presidente de este centro que ha expedido 500 títulos hasta el momento.

Universidades como la de Dakota del Norte y la de Kansas también tienen en funcionamiento grados sobre esta materia, cada uno con su diferencial, ya sea un "certificado de piloto comercial" o la "proximidad a espacios aéreos restringidos donde hacer pruebas".

Los estudiantes se forman en matemáticas, física e ingeniería, entre otras especialidades, aunque los usos civiles de los vehículos aéreos sin piloto son muy variados: inspección de líneas de alta tensión, vigilancia de fronteras, fumigación de campos, alerta de incendios o simplemente como juguetes para hacer competiciones.

"La gran aplicación inmediata que se le podrá dar inicialmente es la agricultura: se pueden detectar y atacar enfermedades de las plantas, la presencia de insectos, analizar la fertilidad del suelo y anticiparse a los problemas", pronostica LeMieux.

El presidente de la universidad habla de "ahorro de tiempo y de dinero" con esta tecnología, pero admite cierta hostilidad en su entorno.

"La mayoría de estadounidenses, cuando oye la palabra dron, piensa en bombas, policía, ejército, falta de privacidad... No saben de la aplicación comercial de esta industria", se sincera el también autor de un libro sobre emprendimiento en drones.

Sin embargo, el sector exhibe cifras prometedoras. Calcula que, hasta 2015, se habrán creado unos 70.000 puestos de trabajo en Estados Unidos vinculados a esta industria emergente y, en la décadaposterior, otros 100.000 más.

Los datos son de un estudio de la Asociación de Sistemas de Vehículos No Tripulados Internacionales (AUVSI), que representa a más de 7.000 empresas relacionadas con drones en 60 países, pero otros informes más independientes del sector también avalan la tendencia.