Dilma lucha contra cisma del gobierno mientras crisis se ahonda en Brasil

  • Agencias

Dilma y Michel Temer, vicepresidente y líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, parte de la coalición de gobierno.

Ante la perspectiva de un juicio político la presidenta busca impedir que un importante partido se pase a la oposición. Fiscales continúan ahondando en escándalo de corrupción de Odebrecht

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, admitió hoy en forma tácita que su Gobierno trabaja para impedir que el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMBD), que lidera el vicepresidente del país, Michel Temer, pase a engrosar la oposición.

"Todos estamos bastante interesados en la permanencia del PMDB en el Gobierno", que mantiene contactos con diversos dirigentes de esa formación para impedir una ruptura, dijo Rousseff, quien está bajo la amenaza de un juicio en el Congreso con miras a su destitución.

Durante una visita a unas instalaciones militares, Rousseff fue consultada por periodistas sobre la posibilidad de que el PMDB se decida por la ruptura, lo que puede ocurrir en una reunión que la dirección nacional de esa formación celebrará la próxima semana.

"Nosotros deseamos mucho que el PMDB siga en el Gobierno", por lo que "vamos a ver cuáles son sus decisiones", indicó Rousseff, quien aclaró que la posición que adopte ese partido "será respetada".

Además del vicepresidente, electo en la misma fórmula que Rousseff, el PMDB tiene siete ministros en el Gobierno y representa la primera minoría en las dos cámaras legislativas, por lo que sus votos serían claves frente al posible juicio político que puede ser abierto contra la mandataria en el Parlamento.

El vicepresidente Temer, primero en la línea sucesoria en caso de una destitución de Rousseff, no ha sido visto en las últimos días en ningún acto oficial y ha mantenido reuniones con representantes de la oposición y, en especial, con dirigentes del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que promueve el juicio político.

Hace quince días, el PMDB celebró una convención nacional en la que acordó que, para fines de este mes, decidirá si continúa en el Gobierno, como exigen las alas oficialistas de la formación, o si pasa a la oposición, como demandan los sectores disidentes, que han cobrado fuerza al calor de la severa crisis política brasileña.

Aunque aún no ha sido totalmente confirmado, fuentes del PMDB han dicho que la reunión en que se decidirá si el partido continúa o no con el Gobierno sería realizada el próximo martes, después del receso de Semana Santa.

La semana pasada, rompieron con la coalición de Gobierno los partidos Republicano Brasileño (PRB) y Laborista Brasileño (PTB), que en conjunto suman 40 de los 513 escaños de la Cámara Baja.

El PMDB cuenta con 69 diputados, de modo que si se concreta la ruptura el Gobierno habría perdido más de 100 votos en cuestión de días, y en momentos en que la Cámara Baja se apresta para decidir si propondrá que Rousseff sea sometida a un juicio político.

El trámite de ese proceso está ahora en manos de una comisión de 65 diputados, que analiza si existen méritos jurídicos para avanzar hacia un juicio, que la oposición fundamenta en unas irregularidades fiscales que supuestamente el Gobierno cometió en 2014 y 2015.

Esa comisión presentará un informe al pleno de la Cámara de Diputados, que por una mayoría calificada de dos tercios (342 votos) decidirá si archiva la causa o la remite al Senado.

En ese último caso, los senadores se pronunciarán, por mayoría simple de 41 votos, sobre si Rousseff finalmente será sometida a un juicio político.

Si la intención de la oposición prospera, Rousseff deberá dejar el cargo durante 180 días, plazo que tendrá el proceso, y durante ese período será sustituida por Temer, quien completaría el mandato en caso de que la mandataria fuera finalmente destituida.

La presidenta ha asegurado que no renunciará por su propia voluntad:

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Dilma asegura que no renunciará

Mientras tanto el jefe del gabinete personal de la presidencia, Jaques Wagner, dijo este miércoles que un juicio político a la presidenta Rousseff no es la solución para los problemas económicos del país porque cualquier nuevo gobierno carecería de legitimidad.

En declaraciones a periodistas en Río de Janeiro, Wagner también dijo que el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva podría trabajar como asesor de la presidenta, si un juez de la Corte Suprema dictaminara que no puede ocupar el puesto de jJefe de Gabinete. Dilma nombró a Lula en ese cargo, con la evidente intención de conferirle inmunidad jurídica, después que el ex mandatario fuera llamado a declarar en una investigación sobre corrupción que le implica.

Crisis empeora

Fiscales brasileños develaron el martes prácticas sistemáticas de corrupción al interior del grupo de ingeniería Odebrecht, que contaba con una oficina encargada de pagar sobornos para ofrecer "servicios" a la estatal Petrobras y a proyectos de construcción, incluyendo estadios para el Mundial de fútbol.

La policía arrestó a 10 de las 15 personas señaladas como sospechosas en la más reciente fase de una extensa investigación por corrupción que ya lleva dos años, entre ellas a ejecutivos de Odebrecht, dijo en rueda de prensa Igor Romario, jefe de la fuerza federal.

El director presidente de Odebrecht, Marcelo Bahia Odebrecht, habla durante una entrevista con Efe.

La indagación ha llevado a la cárcel a varios ejecutivos y políticos importantes de Brasil y puesto en jaque al Gobierno dela presidenta Dilma Rousseff, quien podría enfrentar un juicio político. Su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, también ha sido implicado en un esquema de pagos injustificados gestado al interior de Petrobras.

Los escándalos han generado la crisis política en Brasil que se suma a la profunda recesión económica y a los efectos de una epidemia del virus de Zika, mientras el país se prepara para albergar los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro en agosto.

Los procuradores dijeron que sus indagaciones muestran que Marcelo Odebrecht, ex presidente ejecutivo del conglomerado de construcción, estaba a cargo de los sobornos, que continuaron tras su arresto en junio de 2015. El ejecutivo fue sentenciado a19 años de prisión por cargos de corrupción y lavado de dinero.

Estadios para el mundial

Carlos Fernando dos Santos Lima, uno de los jefes del operativo de la fiscalía, dijo que cuenta con evidencia de que se pagaron sobornos para proyectos de construcción de estadios de fútbol utilizados por Brasil para la Copa del Mundo en 2014, en particular para el Arena Corinthians de Sao Paulo.

"Hay un sistema, que incluso es automatizado, para controlar estos pagos en los sectores de petróleo, gas e infraestructura, para estadios de fútbol", dijo Lima.

Odebrecht estuvo involucrado en la construcción de al menos cuatro de los 12 estadios del Mundial de Brasil, entre ellos el Arena Corinthians.

La policía también dijo que estaba investigando sobornos relativos a las obras de Porto Maravilha, un proyecto para modernizar el área portuaria de Río de Janeiro que había sido elogiado por autoridades como uno de los mayores legados que quedarían en la ciudad tras los Juegos Olímpicos de este año.

Sobornos paralelos

La operación dada a conocer el martes, llamada "Xepa", dejó en evidencia un esquema de sobornos paralelo liderado por Odebrecht que malversaba fondos de Petrobras. Los fiscales también identificaron pagos indebidos de la compañía deconstrucción en Argentina y Angola.

Odebrecht y otras grandes compañías de ingeniería y construcción han quedado en la mira por el escándalo de sobornos y tráfico de influencias que se descubrió primero en Petrobras y que dio paso a una pesquisa apodada "Operación Lavado de Autos".

La policía dijo que halló evidencia de que 14 ejecutivos que trabajaban para diferentes áreas de Odebrecht enviaron pedido sde "pagos paralelos", lo que abrió una nueva arista en lainvestigación por prácticas corruptas.

La empresa dijo en un comunicado que cooperará en la investigación del caso y que sus ejecutivos buscarán acuerdos de delación compensada con la fiscalía, informó TV Globo.