Carlsen, cuya sólida ventaja en el marcador (5-3) le permite adoptar líneas seguras, simplificó la posición mediante un intercambio de piezas que desembocó en un final equilibrado.
El noruego Magnus Carlsen, aspirante al título mundial de ajedrez, acordó tablas con blancas en la octava partida frente al campeón, el indio Viswanathan Anand, y se situó a sólo punto y medio de la victoria final en el encuentro por la corona.
El marcador de la final, que se disputa en Madrás (India), ciudad natal del campeón, al mejor de doce partidas, favorece ahora a Carlsen por 5-3. Mañana será jornada de descanso, y el jueves se jugará la novena, con Anand al mando de las blancas.
Carlsen sorprendió con una Ruy López, precisamente la apertura utilizada -hasta ahora sin éxito- por su rival en este encuentro. El aspirante había jugado 1.Cf3 en las dos primeras partidas con blancas, y 1.c4 en la quinta, cuando obtuvo la primera de sus dos victorias.
Anand recogió el desafío y esgrimió, como su adversario con negras, la defensa berlinesa, el muro contra el que hasta ahora él mismo se ha estrellado en este encuentro.
Carlsen, cuya sólida ventaja en el marcador le permite adoptar líneas seguras, sin asumir el más mínimo riesgo, simplificó la posición mediante un intercambio de piezas que desembocó en un final equilibrado de dama, torre, caballo y siete peones por bando.
Después de 20 movimientos la computadora daba a las blancas una ventaja insignificante (0,07). Carlsen optó por cambiar todas las piezas y se firmaron las tablas después de 33 movimientos.
Anand, de 43 años, defiende su corona por cuarta vez consecutiva, esta vez frente a un adversario al que le dobla en edad y que ocupa el número uno en el ránking mundial.
En caso de que haya un empate al cabo de las 12 partidas, se disputaría una muerte súbita el 28 de noviembre.
El marcador de la final, que se disputa en Madrás (India), ciudad natal del campeón, al mejor de doce partidas, favorece ahora a Carlsen por 5-3. Mañana será jornada de descanso, y el jueves se jugará la novena, con Anand al mando de las blancas.
Carlsen sorprendió con una Ruy López, precisamente la apertura utilizada -hasta ahora sin éxito- por su rival en este encuentro. El aspirante había jugado 1.Cf3 en las dos primeras partidas con blancas, y 1.c4 en la quinta, cuando obtuvo la primera de sus dos victorias.
Anand recogió el desafío y esgrimió, como su adversario con negras, la defensa berlinesa, el muro contra el que hasta ahora él mismo se ha estrellado en este encuentro.
Carlsen, cuya sólida ventaja en el marcador le permite adoptar líneas seguras, sin asumir el más mínimo riesgo, simplificó la posición mediante un intercambio de piezas que desembocó en un final equilibrado de dama, torre, caballo y siete peones por bando.
Después de 20 movimientos la computadora daba a las blancas una ventaja insignificante (0,07). Carlsen optó por cambiar todas las piezas y se firmaron las tablas después de 33 movimientos.
Anand, de 43 años, defiende su corona por cuarta vez consecutiva, esta vez frente a un adversario al que le dobla en edad y que ocupa el número uno en el ránking mundial.
En caso de que haya un empate al cabo de las 12 partidas, se disputaría una muerte súbita el 28 de noviembre.