Dama de Blanco sale de prisión resuelta a seguir luchando

Dama de Blanco Lismerys Quintana.

Lismerys Quintana fue enjuiciada y condenada el 27 de marzo pasado a 6 meses de privación de libertad por "impago de multas".

La Dama de Blanco Lismerys Quintana Ávila fue liberada en la mañana de este viernes luego de seis meses de cárcel en la prisión Nieves Morejón de la provincia de Sancti Spíritus.

Quintana Ávila fue sancionada en el mes de marzo a seis meses en prisión por el impago de 3.555 pesos cubanos de multas acumuladas por su participación en las actividades dominicales del movimiento Damas de Blanco.

La mujer se negó a pagar las multas que le impuso la policía por lanzar proclamas, supuestamente por violar los dispositivos de seguridad (el cerco policial que la Seguridad impone cada domingo a la sede del movimiento en el barrio de Lawton en La Habana) y “no llevar carné de identidad” en el momento de ser detenida.

Al salir de la cárcel, Quintana conversó con Martí Noticias sobre las condiciones de la prisión, las mujeres que conoció allí y la alegría por volver a su casa con sus dos hijos menores de edad.

“Estoy muy contenta ya que voy a reunirme con mis hermanas las Damas de Blanco, activistas de derechos humanos y principalmente con mi familia”, expresó Quintana.

Durante su condena la opositora fue trasladada desde la prisión El Guatao hasta otra en Sancti Spíritus, a 300 kilómetros de su vivienda en La Habana.

“Pienso que esto lo están haciendo para ejemplarizar, para que mis hermanas las Damas de Blanco cojan miedo, que bajen el perfil. Yo pienso que ninguna va a coger miedo, al contrario, por el dolor que tenemos por ver cómo la dictadura castrista nos golpea, simplemente por las ideas pacíficas que tenemos, que no sólo lo hacemos por nuestras familias, lo hacemos por el país completo”, enfatizó.

Definió su estancia en prisión como "un gorrión en una jaula", una experiencia muy triste que le permitió ver de cerca el sufrimiento de las mujeres acusadas de delitos comunes.

“Hay mujeres que están en prisión y han cometido errores o no los han cometido, sufren mucho porque las leyes del régimen castrista son muy fuertes”, aseguró y se refirió al delito de malversación que se aplica cuando los cubanos venden en el mercado negro productos que sólo están en manos del Estado cubano.

“Los salarios no son adecuados a las necesidades del pueblo. Me ha golpeado mucho ese delito. En la prisión hay (mujeres por) otros delitos. Les están pidiendo muchos años, las veo también que se quejan de que se demoran mucho para darles respuestas con sus papeles”, indicó.

La activista, quien además padece de Hepatitis B y tuvo dificultades con el suministro de medicamentos en su estancia carcelaria, habló sobre el precio de defender lo que piensa.

“Al mundo entero: que cuando uno siente amor por la patria como lo siento yo, es un sacrificio grande, pero vale la pena. Que al final todo pueda cambiar, que es el cambio que nosotros queremos, los opositores y activistas de derechos humanos”, finalizó la Dama de Blanco.

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