Play offs: reventaron los pronósticos

Estadio Latinoamericano en Ciudad de La Habana

Ya están los 4 finalistas del béisbol cubano. Industriales y Ciego de Ávila, favoritos para discutir el título zonal. Y dos eléctricos, Matanzas y Granma.
Nadie, ya sean cronistas, entendidos y apostadores ilegales que pululan en los estadios y barrios populosos del país, vaticinaron que Matanzas y Granma estuvieran entre los cuatro grandes.

En la barriada habanera de Santos Suárez las apuestan eran mayoritarias a favor de Villa Clara y Sancti Spiritus. “Los juegos partían con carrera y media y hasta dos anotaciones a favor de los naranjas de Villa Clara. En el tope entre los gallos de Sancti Spiritus y los cocodrilos de Matanzas también había cierta ventaja inicial para los espirituanos”, acota Diego, habitual apostador a eventos deportivos como la peloa cubana, Grandes Ligas o partidos de fútbol de ligas europeas.

Y esa es precisamente la magia del béisbol. Una novena poderosa puede verse maniatada por un pitcher de un equipo medicores en una noche estelar.

Claro, se supone que en un match al mejor de 7 gane el mejor. A veces no sucede así. Fue el caso de la actual temporada. Por enésima vez la fuerte selección de Sancti Spiritus defrauda a sus parciales.

Hombre por hombre es de los mejores equipos del país. Tiene una tanda de recios bateadores que le mete miedo al susto. El inicialista Yunier Mendoza es un bateador consistente por encima de 300, además de conectar más de 100 hit por temporada.

La alineación de tercero, cuarto, quinto y sexto bate no tiene similar en nuestra pelota. Yulieski Gourriell, un pelotero que le tiembla el bate en los momentos cruciales, en temporada regular batea lo que quiere.

Salvando las distancias, es lo más parecido a Alex Rodríguez, la tercera base de los Yankees de Nueva York. Yulieski pega 21 o más jonrones como promedio en sus 10 campañas.

Trae más de 80 carreras a la caja registradora por año. Produce 1.43 anotación por encuentro. Sus números superan a monstruos sagrados como Omar Linares, Antonio Pacheco u Orestes Kindelán, tanto en OBP, OPS y sluggin.

Ya se sabe que estamos hablando de la mejor terna de peloteros después de 1959. Pero a la hora cero, Gourriell hijo, no heredó los nervios de acero de su padre.

No es bateador de cloche. Ni en Cuba, ni en eventos internacionales. Creo que debiese pasar por el desván de un buen sicólogo. Pero en los gallos no solo falla Yulieski.

Eriel Sánchez, ex integrante de selecciones nacionales, se vuelve un flan en los juegos chiquitos. Otro tanto sucede con el prometedor Yenier Bello y el resto de sus potentes bateadores.

Excepto el formidable jardinero izquierdo Frederich Cepeda, quien es el líder bateador en play offs, con average de 374. Pero un palo no hace monte.

Si a una novena le falla la tanda de vuelacercas e impulsadores, poco o nada puede hacer. Y eso es lo que viene aconteciendo con Sancti Spiritus.

Desde hace una década, a los espirituanos los dan como favoritos para ganar el título. Al final siempre decepcionan. En esta ocasión, Sancti Spiritus se pintaba sola para avanzar de fase. De contrario tanía a una novena que jamás había llegado a los play offs con este diseño.

En el papel, Matanzas es una novena ridícula si la comparamos con la de los gallos. Pero en el terreno son perros de pelea. Dirigido por un polémico DT que hace jugadas inesperadas, a veces contra la lógica del béisbol, pero con sangre de vencedor.

Matanzas estaba a un juego de perder el play off cuando sacaron fuerzas de flaquezas y dejaron en la cuneta a los gallos. Víctor Mesa ha puesto a jugar caliente a peloteros de talento medio, pero con muchos deseos.

En la nómina destaca el cuarto bate Yoandry Garlobo, un corpulento mestizo que está conceptuado como uno de los mejores bateadores.


También tiene calidad el joven jardinero central Guillermo Heredia. El torpedero José Miguel Fernández y el patrullero izquierdo Ariel Sánchez. Desde la lomita, José Alberto Martínez y Joan Hernández tuvieron una campaña de ensueño.

En la primera ronda Martínez ganó 3 juegos decisivos para llevar en volandas a su equipo. Pero Industriales, el próximo rival, no es Sancti Spiritus. Es la novena que mejor juega bajo presión.

Ya lo demostró ante el exigente Cienfuegos, un equipo balanceado y con pitcheo de lujo. Los azules de Lázaro Vargas lo pulverizaron en solo 5 partidos.

Es la selección que más batea en este play off con 311. Y a pesar de que su picheo estuvo endeble en la etapa regular, en esta fase son los mejores con 1.80 C.L.P.

Por la zona oriental el sorpresón mayúsculo lo brindó Granma, una novena que estuvo a punto de quedarse afuera de los play offs. Clasificaron el último día del torneo, más que por méritos propios, por la debacle de Santiago de Cuba que cayó un par de veces con el peor equipo de la serie, Mayabeque.

Los alazanes granmenses juegan como escolares. A la defensa la lían cuando menos lo esperas. Y en el corrido de bases se comportan como inexpertos.

Su pitcheo no es nada del otro jueves. Pero tienen bateadores de calibre, y un tal Alfredo Despaigne que él solo vale por un equipo. Granma había perdido el año pasado a su tercer bate y jardinero central Yoennis Céspedes, recio toletero.

Céspedes, prefirió competir en el mejor béisbol del mundo y actualmente milita con los Atléticos de Oakland. Muchos pensaron que con su ausencia Granma haría agua. Pero no. Se crecieron y en el séptimo juego vencieron al archifavorito Villa Clara, a todas luces el mejor equipo del torneo.

Al igual que los espirituanos, los villaclareños se borran del terreno en los partidos tensos. Hace 16 años las naranjas no saben lo que es ganar una corona. Muchos pensaban que 2012 era su año.

Volvieron a fallar. El contendiente de Granma será Ciego de Ávila, un conjunto que al igual que Matanzas vino de abajo y con el agua al cuello, perdiendo el match 1 a 3 derrotó a Las Tunas y se coló en la final de zona.

Que Ciego esté entre los grandes no sorprende. Son los actuales subcampeones nacionales. Y tienen equipo para avanzar. Encabezado por el supersónico de Majagua, Vladimir García, dueño de la mejor recta de Cuba con 97 millas y una slider invisible. Pocos esperaban que Las Tunas, la selección que más ha avanzado de un año a otro, los pusiera a punto de mate.

Como nota curiosa, tres de las series se decidieron en 7 juegos. Y en dos de ellos, Matanzas y Ciego de Ávila, estuvieron debajo 1-3. Tuvieron que ganar 3 juegos al hilo. Esto se había dado solo cuatro veces desde que hace veinte años se juega el sistema de play offs.

Para la próxima etapa, viendo lo acontecido y lo veleidoso del béisbol, pronosticar es casi cruzar un desierto. Pero hay que hacerlo. Los periodistas deportivos, para demostrar que no son unos tontos en la materia. Y los apostadores, tramando de qué forman consiguen atraer ganancias a sus bolsillos.

Soy de los que piensa que Industriales debe superar a Matanzas sin grandes dificultades, 4 a 2. Y Ciego de Ávila debe desbancar a Granma en 6 encuentros.

La final pudiera ser entre leones y tigres. Y si todo sale según mis vaticinios, el nuevo campeón sería Industriales. Aunque, por supuesto, en el béisbol siempre hay margen para la sorpresa. Vea usted lo acontecido hasta ahora.