Con caminos a Europa cada vez más bloqueados por estrictos controles fronterizos, los afganos emigran mediante los campos de refugiados en la India, aeropuertos en Rusia y hasta las playas de Cuba.
Durante los últimos dos meses, las agencias de viajes en Kabul se sorprendieron con la avalancha de afganos presentándose en sus oficinas con visas cubanas, sospechosas de haber sido emitidas nada menos que en Irán, publica hoy The Journal.
"Diez o 15 personas diarias desde enero arriban a pedir entradas para Cuba", dijo el agente de viajes Sulaiman Sayeedi, para agregar: "Y no se quedan allí. La única opción es seguir adelante, probablemente México y luego a Estados Unidos o Canadá".
Otros agentes de Kabul también reportan el aumento en el interés por Cuba y funcionarios de la ciudad afgana norteña de Kunduz dicen que encontraron una familia con visas cubanas recientemente. La Habana ha sido una estación de paso para los asiáticos del sur en el pasado con la esperanza de tránsito a Centroamérica y de allí a Estados Unidos.
Lo que se añade al hecho de que entre los migrantes cubanos varados en Centroamérica se vienen reportando desde el año pasado la presencia de sirios y africanos.
Funcionarios de la ONU y de Kabul han llamado la atención sobre el hecho inusitado de que afganos absolutamente pobres estén pagando de $15.000 a $25.000 para obtener esos visados.
Además de Cuba, algunos afganos están tratando de aterrizar en América del Sur, ya sea para solicitar la residencia o hacer el viaje al norte, hacia la frontera EEUU-México.
Después de un año en el que cientos de miles de afganos entraron a Europa por tierra, ahora buscan vías alternativas para evadir a los cada vez más estrictos agentes fronterizos.
"La gente ahora no está dispuesta a asumir riesgos grandes", dijo Tamin Omarzi, que trabaja como agente de viajes en el centro comercial más grande de Kabul. "Ellos sólo quieren viajar con un pasaporte y no volver".
El año pasado, junto con más de un millón de refugiados de Siria e Irak, cerca de 250.000 afganos se unieron a la avalancha de migrantes a Europa con la esperanza de conseguir asilo. Muchos viajaron a través de Irán y Turquía antes de cruzar el mar Egeo en Grecia.
Abrumados por la afluencia, los líderes europeos han mostrado menos simpatía por los afganos que por los refugiados de Siria e Irak.
El mes pasado, la Unión Europea llegó a un acuerdo con Turquía para enviar emigrantes de vuelta a los campos de refugiados allí, rompiendo así la ruta terrestre a Europa.
Desde entonces, las agencias de viajes en Kabul informan que las solicitudes de visas a Irán y Turquía han bajado hasta en un 80% en comparación con el año pasado. Un informe de Naciones Unidas publicado el jueves también concluyó que el flujo de migrantes de Afganistán ha disminuido por esa vía y buscan vías alternativas.
Sulaimán Sayeedi, un agente de viajes en la agencia Wazir Akbar Khanneighborhood de Kabul, dijo que ha habido un aumento en la demanda de vuelos a la India, Indonesia y países de Asia central, como Tayikistán y Uzbekistán.
Otros afganos están volando a Moscú, creyendo que una vez allí pueden cruzar a Ucrania o Bielorrusia, y luego moverse hacia adelante a Europa y otros países.