Activistas de UNPACU rechazaron mediación de arzobispo en la huelga de hambre

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Luis Enrique Lozada Igarza.

La Seguridad del Estado mientras liberaba a Lozada Igarza, mandó a asaltar el hospital Juan Bruno Zayas donde permanecían los ayunantes para dar una demostración de fuerza.
Los activistas de la Unión Patriótica de Cuba, UNPACU, rechazaron la mediación del arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio Guillermo García Ibáñez, para que suspendieran la huelga de hambre que mantenían en demanda de la libertad de Luis Enrique Lozada Igarza.

En el programa Cuba al Día, de MartiNoticias, el líder de la UNPACU José Daniel Ferrer García dijo que el arzobispo de Santiago de Cuba se personó ante los huelguistas con una encomienda de la Seguridad del Estado, que había dicho que daría solución al problema liberando a Lozada Igarza, pero que antes debían deponer la huelga de hambre, lo que no fue aceptado por los activistas.

Para Ferrer García la actitud y proceder del arzobispo está muy por debajo de su condición de eclesiástico y prueba de ello es, asegura el activista, que la Seguridad del Estado mientras liberaba a Luis Enrique Lozada Igarza, mandó a asaltar el hospital Juan Bruno Zayas donde permanecían los ayunantes para dar una demostración de fuerza, no sentirse derrotada y, sólo entonces, liberar al miembro de la UNPACU.

Ferrer García, puntualizó que la liberación de Lozada Igarza es una victoria de los huelguistas y por extensión de la oposición en la isla.

Unos 60 activistas de la UNPACU, encabezados por José Daniel Ferrer García, y el hijo de Lozada, de 17 años, Enrique Lozada Águedo, habían secundado la huelga de hambre que emprendió Lozada Igarza en una unidad policial el pasado 9 de abril, en protesta por su arresto arbitrario, que luego continuó en la Prisión de Aguadores.

Debido a su deterioro físico por la prolongada huelga, el activista había sido recientemente ingresado en el hospital provincial Saturnino Lora.

Antes de ser detenido, Lozada fue víctima junto a su familia de varios actos de repudio en su domicilio de la localidad de Maffo, Santiago de Cuba.

Pero, Lozada Igarza inició este miércoles el proceso de su recuperación, después de pasar casi un mes detenido y en huelga de hambre. El activista, que siempre consideró injusto su encarcelamiento, fue puesto en libertad sin que las autoridades le presentaran cargos.

Especialmente dramático en este proceso resultó que Enrique Lozada Águedo, de 17 años, se declará en huelga de hambre en apoyo de su padre, por lo que fue ingresado el pasado 30 de abril en el hospital Juan Bruno Zayas, señalando que "no quiero vivir sabiendo que mi padre está preso y acusado de un delito que no ha cometido” y responsabilizando al gobierno de lo que le pudiera ocurrirle a él y a los demás huelguistas.