Un cartel anti presidente sirio Bachar al Asad frente a la embajada siria en Londres, Inglaterra, como protesta por la matanza de civiles el pasado viernes en la ciudad siria de Hula.
Una resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que llama a detener la violencia en Siria, tuvo la negativa de 3 países (Cuba, Rusia y China) y tres abstenciones (Uganda, Filipinas e India).
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó este viernes una nueva resolución contra Damasco con el objetivo de detener la violencia e insiste en la necesidad de investigar los crímenes cometidos por todas las partes.
El texto condena la violación flagrante de los derechos humanos en Siria así como los asesinatos de los milicianos del régimen y el hecho de que las autoridades apunten indiscriminadamente a los civiles.
La resolución fue presentada por Estados Unidos y Turquía y resultó patrocinada por 55 países y a favor de ella votaron 41 de los 47 miembros del Consejo, tres se abstuvieron (Uganda, Filipinas e India) e igual número votaron en contra (Cuba, Rusia y China).
"Adoptar la resolución es una forma de mostrar nuestra solidaridad hacia el pueblo sirio", declaró la representante estadounidense ante el Consejo, Eileen Chamberlain Donahoe. En su discurso de presentación de la resolución, Chamberlain criticó directamente al presidente Bashar al Asad, lamentando que "el régimen de Asad lleve adelante una brutal campaña de violencia contra su población".
Por su parte, la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Navi Pillay afirmó que en Siria se han cometido y se siguen cometiendo crímenes contra la Humanidad.
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Estados Unidos apoyó la resolución mientras que Cuba se opuso, informe de Alex Rivero
