El cineasta cubano Eduardo del Llano, en una nota publicada en su blog, considera que esas transformaciones no han ido de lo normal a lo mejor, sino a lo normal desde un estado de excepción.
El cineasta cubano Eduardo del Llano dijo que viene ocurriendo una metamorfosis en la sociedad cubana, donde ha habido más cambios en los últimos tres años que en las cuatro décadas anteriores.
En una nota publicada en su blog, Del Llano considera que esas transformaciones no han ido de lo normal a lo mejor, sino a lo normal desde un estado de excepción.
Pero advierte que los cambios tropiezan cada día con mecanismos e individuos que se resisten a tomar en serio las exhortaciones gubernamentales a transformar lo que no funciona.
En ese sentido, opina que aguardar a que la corrupción y la intolerancia desaparezcan solas o barridas desde arriba es una quimera.
Aunque dice que muy a menudo los escándalos reportados por la prensa extranjera acerca de represión en Cuba son exagerados, manipulados o inventados, afirma que los cubanos deberían avergonzarse de cualquier golpiza, conato de linchamiento o prohibición irracional que realmente ocurra en Cuba.
Concluye el cineasta Eduardo del Llano que la espera genera impaciencia, la impaciencia, rabia, y la rabia, violencia. Y por eso los cubanos no tienen el derecho de esperar.
En una nota publicada en su blog, Del Llano considera que esas transformaciones no han ido de lo normal a lo mejor, sino a lo normal desde un estado de excepción.
Pero advierte que los cambios tropiezan cada día con mecanismos e individuos que se resisten a tomar en serio las exhortaciones gubernamentales a transformar lo que no funciona.
En ese sentido, opina que aguardar a que la corrupción y la intolerancia desaparezcan solas o barridas desde arriba es una quimera.
Aunque dice que muy a menudo los escándalos reportados por la prensa extranjera acerca de represión en Cuba son exagerados, manipulados o inventados, afirma que los cubanos deberían avergonzarse de cualquier golpiza, conato de linchamiento o prohibición irracional que realmente ocurra en Cuba.
Concluye el cineasta Eduardo del Llano que la espera genera impaciencia, la impaciencia, rabia, y la rabia, violencia. Y por eso los cubanos no tienen el derecho de esperar.