El Gobierno de Cuba alcanzó este sábado un acuerdo sobre su deuda de mediano y largo plazo con sus acreedores agrupados en el llamado Club de París, bajo el cual le serán condonados 8.500 millones de dólares en intereses vencidos sobre sus pagos atrasados. La deuda total cubana con este grupo se calculaba en $16.000 millones.
La Habana contará con un plazo de 18 años para reembolsar 2.600 millones de dólares de la deuda original, “a fin de tener en cuenta su situación económica", dijo en un comunicado Michel Sapin.el ministro de Finanzas y Cuentas Públicas de Francia, país que preside el grupo de 15 acreedores.
En el marco del arreglo, Francia procederá a la cancelación de los intereses atrasados y se concentrará en la totalidad del capital adeudado y los intereses originales ($ 470 millones) monto que será en parte reembolsado por La Habana ($ 240 millones), y en parte invertido en proyectos de desarrollo en Cuba como un esfuerzo bilateral adicional ($ 230 millones).
"Este acuerdo allana el camino para una nueva era en las relaciones entre Cuba y la comunidad financiera internacional", dijo Sapin.
El titular francés adelantó que la Agencia Francesa para el Desarrollo "reanudará muy pronto sus actividades en Cuba como prometió el Presidente de la República (François Hollande) durante su visita a la isla en mayo pasado".
La semana pasada diplomáticos vinculados a la negociación dijeron a la agencia Reuters que Cuba había accedido a pagar unos 5.000 millones de dólares del capital que adeudaba cuando Fidel Castro declaró en 1986 que la deuda externa era impagable y dejó de pagarla, a cambio de que se le perdonaran 11.000 millones de dólares en cargos por el servicio, intereses y multas.
Agregó la fuente que las negociaciones estaban enfocadas en cuánto tiempo necesitaba Cuba para pagar y cuánto dinero sería reinvertido en la isla.
La mayoría de los acreedores han estado dispuestos a mostrar flexibilidad debido a que el interés en hacer negocios con Cuba ha crecido luego del acercamiento de las autoridades comunistas de La Habana con Washington, y de que el gobierno de Raúl Castro empezara a reformar la economía cubana y a promover la inversión extranjera.