Tres demócratas decidirán las relaciones con Cuba

Archivo - John Kerry (c) ofrece su apoyo al senador Bob Menéndez (izda), durante un mitin electoral en Washington DC (EEUU).

Este año puede ser una caja de sorpresas para todos los que siguen de cerca las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
En Cuba los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores probablemente celebran el nombramiento del Senador John Kerry como Secretario de Estado.
Desde hace más de 30 años - cuando Jimmy Carter era presidente - Estados Unidos no ha tenido un funcionario de tan alto nivel que favorece un acercamiento con Cuba.

Kerry ha mostrado que no cree que la actual política estadounidense hacia Cuba funcione y quiere acercarse mucho más al gobierno de los hermanos Castro.
Pero no le va a ser fácil. Es muy probable que el puesto de presidente del Comité de Relaciones Exteriores que tenía Kerry en el Senado lo ocupe el cubano-americano Bob Menéndez de Nueva Jersey. Menéndez al igual que Kerry pertenece al Partido Demócrata, pero con respecto a Cuba el senador es firme creyente el mantener una política dura contra el gobierno comunista de la isla.

Por eso Kerry y Menéndez van a ser el Ying y el Yang de la política de Estados Unidos hacia Cuba. Kerry quiere que se levantar el embargo; que todos los norteamericanos puedan viajar a la isla; eliminar la ayuda a los disidentes en Cuba. Menéndez, por su parte, va a oponerse a todos los intentos de Kerry por buscar acercamientos con Cuba.

La pregunta del momento es: ¿Quién ganará? La última palabra la tiene el Presidente Barack Obama.El es quien impone el camino a seguir. Tanto Kerry como Menéndez van a abogar por sus ideas; pero Obama es el que decide.

Hasta ahora Obama ha mantenido una política de moderada a fuerte con respecto a Cuba. Por una parte ha facilitado el viaje y las remesas de los cubanos americanos a la isla. También ha favorecido el intercambio de grupos culturales entre los dos países. En fin, modificó muchas de las restricciones impuestas por el ex presidente George W. Bush.

Sin embargo, Obama ha mantenido una política dura con respecto a Cuba. El ha condicionado futuras mejoras a que Cuba libere al contratista estadounidense Alan Gross, encarcelado por llevarle equipos de comunicación satelital a la pequeña comunidad judía en la isla. Además, ha dicho que él no tiene intenciones de mejorar relaciones con Cuba hasta que el gobierno de la isla ponga en libertad a sus presos políticos, tenga elecciones libres y permita la libre expresión a todos sus ciudadanos.

Todavía una mayoría de los cubanos americanos que viven en el sur de la Florida y en el área metropolitana de Nueva York no quieren mejores relaciones con Cuba. Pero los que han venido de la isla en años recientes piensan en forma diferente, aunque por no haberse hecho ciudadanos, la mayoría de los mismos todavía no votan.

Si los funcionarios de MinRex en Cuba son inteligentes van a buscar la forma de fortalecer sus lazos con Kerry y darle argumentos para que él pueda abogar por mejorar las relaciones entre los dos países.

Ellos saben que en el 2009 Kerry respaldó un proyecto de ley que hubiera permitido a los estadunidenses viajar a Cuba. Ni se les ha olvidado que Kerry intentó detener $20 millones destinados a ayudar a los programas en favor de la democracia en laisla. Tampoco olvidan que Kerry fue el único invitado por el ex presidente Jimmy Carter a acompañarlo en su viaje a Cuba.

Ahora falta por ver si Kerry va a darle prioridad a sus ideas y tratar de influenciar al presidente. También hay que ver si Menéndez va a permitir los cambios o va a bloquearlos en el Senado.

Lo interesante de todo esto es que los republicanos no juegan en este partido. Los tres principales jugadores son todos demócratas. Ellos van a discutir y decidir la política a seguir con Cuba. Kerry tiene una desventaja mientras Cuba insista en el canje de cinco espías convictos en Estados Unidos por Gross. Mientras Cuba no cambie de posición en este asunto, ni siquiera Kerry los va a poder ayudar.

Si de verdad Cuba quisiera mejorar las relaciones con Estados Unidos, cosa que yo personalmente no creo, lo que tienen que hacer es moderar su política exterior en forma parecida a cambios en la política económica que ha comenzado a desarrollar. Si lo hacen, todo es posible. Si no, va a ser muy difícil

Espero que Estados Unidos no abandone a los disidentes que día a día buscan abrirse un espacio para expresarse libremente y traer una democracia a Cuba. Eso sería un desastre.

Guillermo I. Martínez reside en el sur de la Florida. Su dirección electrónica es: Guimar123@gmail.com.