El poder ofensivo de Estados Unidos quedó patente en el Partido de las Promesas que ganaron por paliza de 10-1 al Resto del Mundo, en el anticipo de las actividades del Partido de las Estrellas del béisbol de las Grandes Ligas.
De nuevo, fue Kyle Schwarber, receptor de los Cachorros de Chicago, el que se encargó de dirigir la ofensiva de Estados Unidos al pegar un triple de dos carreras.
Esta vez la dirección del juego tuvo como protagonistas a dos exleyendas de los Rojos de Cincinnati como son Ken Griffey Sr. y el cubano Tony Pérez, que también dieron color al partido disputado la pasada noche en el Great American Ball Park, de Cincinnati, donde el martes también se disputará el Partido de las Estrellas.
Schwarber, de 22 años, vivió su gran sueño de poder jugar en el escenario del equipo al que siempre quiso pertenecer cuando era niño, pero fueron los Cachorros los que consiguieron sus servicios.
El receptor de los Cachorros reconoció que había soñado con el día en que pudiera jugar en el Great American Ball Park y ver lo que podía hacer, dos sueños cumplidos con nota sobresaliente.
Los Cachorros llamaron a su primera selección de 2014 al equipo principal, para jugar como bateador designado en junio.
Schwarber no defraudó y bateó de 22-8 y pegó un cuadrangular en Cleveland. Luego fue enviado de regreso a Ligas Menores, haciéndolo elegible para participar en el Juego de Promesas.
El Equipo Estados Unidos --dirigido por Griffey Sr.-- logró 13 imparables, incluido un jonrón --único del partido-- de dos carreras del primera base Josh Bell, de los Piratas de Pittsburgh.
Mientras que el Equipo Mundial jugó bajo el mando de Pérez, miembro del Salón de la Fama, después de haber triunfado como primera base de la Gran Máquina Roja.
El primer bate, el dominicano Ketel Marte, de los Marineros de Seattle, tuvo un par de sencillos y produjo una carrera. Marte, de 21 años, batea para .343 en Triple-A Tacoma esta temporada.
Marte se ha convertido en un discípulo de su compatriota Robinson Canó que le apoya y le da consejos de cara a que siga creciendo y desarrollando todo el gran potencial que posee como pelotero.
Griffey Sr. fue cuestionado sobre si había algún incentivo personal con respecto a vencer a su excompañero de equipo, conocido como Doggie. "Quiero vencer a Doggie", admitió Griffey Sr. "No deseo que me moleste los próximos 20 años, porque es capaz de hacerlo".
Por su parte, los equipos de las Grandes Ligas siguen comprometidos más que nunca con la inversión en los jóvenes valores de jugadores aficionados internacionales.
Los Yanquis de Nueva York han invertido 18,1 millones de dólares en la contratación de siete de los 11 mejores peloteros extranjeros estaban en el mercado, una generación a la que consideran especial y que puede estar presente por muchos años.
El objetivo es conseguir que al menos dos de los fichajes se conviertan en el futuro en grandes peloteros, algo de lo que no tienen ninguna duda dentro de la organización de los Yanquis.
También los Medias Rojas de Boston gastaron más de 38 millones, los Diamondbacks de Arizona superaron los 10 millones y los Angelinos de Los Ángeles pagaron 9,7 millones de dólares.
Todos ellos incurrieron en grandes sanciones de impuestos a causa de sus gastos internacionales, pero consideraron que era una inversión que debían hacer de cara al futuro.
Los 30 equipos de las Grandes Ligas se comprometieron a invertir 160 millones para firmar a 801 jugadores aficionados internacionales desde el 2 de julio del año pasado hasta el 15 de junio del 2015.
El incremento fue importante con relación a la inversión de 95 millones que hicieron durante el periodo de 2013-14, de acuerdo a la oficina de Grandes Ligas.
Los Dodgers de Los Ángeles le dieron un bono por firma de 16 millones de dólares al lanzador derecho cubano Yadier Álvarez.
Los equipos esperan que sigan el camino de otros peloteros que ya están en los niveles más altos de Grandes Ligas.
Entre los prospectos internacionales que se presentaron en el Juego de Promesas del domingo estuvieron el jardinero de los Vigilantes de Texas, el dominicano Nomar Mazara (bono de 4,95 millones), el receptor de los Yanquis, el dominicano Gary Sánchez (3 millones) y los jugadores de cuadro dominicanos Raúl Mondesí (2 millones) y Chelsor Cuthbert (1,35 millones), que están con los Reales de Kansas City.
"Buscan a esos jugadores por todos lados, especialmente en Cuba", dijo Pérez, que dejó Cuba a los 17 años para firmar con los Rojos y los ayudó a conquistar dos campeonatos de Serie Mundial antes de ser inducido al Salón de la Fama en 1990. "Los agentes saben que hay mucho dinero".
Los equipos pueden firmar agentes libres internacionales a partir del 2 de julio del año en el que cumplen los 17 antes del 1 de septiembre.
Comenzando con el periodo de firma de 2012-13, los equipos empezaron a ser penalizados por exceder el monto acordado de bonos.
Trece equipos superaron su nómina durante 2014-15, resultando en un impuesto de 71,5 millones de dólares.
Los Medias Rojas (36,1 millones), Yanquis (15,9 millones), Diamondbacks (7,9 millones), Angelinos (7,3 millones) y los Rays de Bay (3,4 millones) son los que encabezan la lista de los equipos que les ha tocado pagar dicho impuesto.
Esos cinco equipos también perdieron el derecho de adquirir a cualquier jugador internacional cuyo bono supere los 300.000 dólares para los próximos dos periodos de firma.
Más de uno de cada cuatro jugadores en la plantilla del día inaugural de los equipos, un 26,5 por ciento, nació fuera de Estados Unidos, y la mayoría de ellos proviene de República Dominicana (83), Venezuela (65), Cuba (18) y Puerto Rico (13).
La presencia de jugadores latinoamericanos en las ligas menores se duplica a uno de cada dos, con un 48,8 por ciento de aportación.