Cuba condena asalto de Ecuador a embajada mexicana; olvida mencionar que en 1981 protagonizó una violación similar

Un partidario del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas protesta mientras un vehículo militar lo transporta desde el centro de detención en el que estuvo detenido tras su arresto en la embajada de México en Quito, Ecuador.

El régimen cubano condenó este sábado la incursión por la fuerza de policías ecuatorianos en la embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, refugiado allí desde diciembre pasado, donde había solicitado asilo político tras ser acusado de corrupción.

"Condenamos de forma enérgica incursión de fuerzas militares de #Ecuador en Embajada de #México en Quito que constituye una flagrante violación de Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, derecho al asilo y a la soberanía de México", escribió en la red social X el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla.

En 1981, Cuba protagonizó una violación similar a la que ahora condena. En febrero de ese año, el fallecido dictador cubano Fidel Castro ordenó a un grupo élite de Tropas Especiales penetrar sin autorización en la embajada de Ecuador en La Habana para contener a unos 30 cubanos que buscaban allí el estatus de refugiados políticos.

Los cubanos mantenían como rehén al ya fallecido embajador Jorge Pérez Concha, al consejero de la sede diplomática, al segundo secretario y a una empleada administrativa cubana, recuerda un artículo detallado sobre los hechos publicado por Martí Noticias en 2012.

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En ese año, Rodríguez Parrilla asumió también el tono acusatorio en una reunión del ALBA en Guayaquil, donde junto a otros cancilleres miembros de la organización suscribió una declaración conjunta de apoyo a Ecuador ante la presunta amenaza del Reino Unido de “asaltar” la embajada ecuatoriana en Londres para apresar al hacker Julian Assange, el fundador de WikiLeaks.

“Advertimos al Gobierno del Reino Unido de las graves consecuencias que se desencadenarían en todo el mundo en caso de una agresión directa a la integridad territorial de Ecuador en Londres”, señalaba la declaración.

Pero, en 1981, Cuba violó esa misma "integridad territorial" que defendía entonces y defiende ahora, en el caso de México. Aunque en un principio el gobierno cubano había asegurado que no entraría a la sede diplomática sin el consentimiento de Ecuador, el 21 de febrero, Castro ordenó a las Tropas Especiales que se la tomaran por la fuerza y desalojaran a los cubanos que buscaban el asilo político.

Comentarios críticos de usuarios en el post de Rodríguez Parrilla recuerdan el hecho.

"La operación se llevó a cabo a las dos de la madrugada y las fuerzas asaltantes usaron bombas lacrimógenas. Entre un cerco de francotiradores y potentes reflectores se abrieron paso, y violaron esa misma territorialidad que hoy defienden. Unos 20 minutos antes de la intervención, el propio Fidel Castro se había apersonado en el lugar para dar las últimas instrucciones", recuerda en su artículo David Sosa.

Tres de los rehenes ya habían sido liberados y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador había manifestado su intención de mantener a los 30 cubanos bajo su protección, un deseo que no fue respetado por el régimen de La Habana.

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Cuba declaró a la opinión pública que Ecuador había autorizado la incursión de sus militares en la sede diplomática, pero el entonces presidente de ese país, Jaime Roldós, lo desmintió, afirmando que su gobierno “no había autorizado, ni podría autorizar jamás” la toma de su embajada en La Habana.

El exministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, José Ayala-Lasso, dijo en 2012, cuando el caso Assange, que actitudes como las del gobierno cubano "representan una doble moral, o una doble actitud en la aplicación de un mismo principio jurídico".

"Si es que uno busca que se respete la Convención de Viena, relativa a las relaciones diplomáticas, es decir que los recintos de embajadas y consulados sean respetados en su inviolabilidad, tienen que, en la práctica, respetar esos recintos", subrayó.

Este viernes, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador. La secretaria de Relaciones Exteriores de su gobierno, Alicia Bárcena, denunció “la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano”.

Un vehículo militar transporta al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas desde el centro de detención a donde fue llevado después de que la policía irrumpió en la embajada de México para arrestarlo en Quito, Ecuador, el sábado 6 de abril de 2024.

Según el jefe de la sección consular mexicana en Quito, Roberto Canseco, esta ha sido la peor acción que he podido presenciar de un gobierno extranjero. “Es totalmente inaceptable que hayan violado el estatus diplomático de la embajada”, dijo a la Associated Press.

La canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld, por su parte, reiteró este sábado que la decisión de ingresar a la fuerza en la embajada mexicana fue adoptada por el presidente de Ecuador ante “un riesgo de fuga inminente” del exvicepresidente Glas y tras haber agotado las posibilidades de un entendimiento diplomático con México.

Anadió que México contravino convenciones internacionales al dar refugio a un prófugo de la justicia, con dos sentencias condenatorias y una orden de captura. “El gobierno nacional ha cumplido con la orden de detención del señor Glas dispuesta por la corte nacional de justicia y puesto a órdenes de autoridades competentes”, concluyó.

OEA, EEUU y gobiernos latinoamericanos reaccionan

La incursión militar de Ecuador en la embajada mexicana en Quito ha sucitado el rechazo internacional. Varios gobiernos latinoamericanos, además de Cuba, han condenado el hecho, entre ellos el de Daniel Ortega, en Nicaragua; Xiomara Castro, en Honduras; Gustavo Petro, en Colombia; Gabriel Boric, en Chile; Nicolás Maduro, en Venezuela; Luis Arce, en Bolivia, y Dina Boluarte, en Perú.

Este sábado, la Organización de los Estados Americanos (OEA), de la que Ecuador es miembro, rechazó en un comunicado “cualquier acción violatoria o que ponga en riesgo la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas", y reiteró "la obligación que tienen todos los Estados de no invocar normas de derecho interno para justificar el incumplimiento de sus obligaciones internacionales".

La OEA expresó también su "solidaridad a quienes fueron víctimas de las acciones improcedentes que afectaron a la Embajada de México en Ecuador" y recordó que la organización fue víctima de un ataque similar en Managua, Nicaragua, por parte del gobierno de Daniel Ortega. "Ni en ese caso, ni en este, son admisibles ambigüedades, sino la más plena coherencia con el Derecho Internacional", apuntó.

La OEA llamó al diálogo a las partes involucradas para resolver el conflicto y anunció una próxima reunión de su Consejo Permanente para abordar el tema.

En un comunicado, el Departamento de Estado de Estados Unidos condenó igualmente “cualquier violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”.

"Alentamos a nuestros socios, México y Ecuador, a resolver sus diferencias de acuerdo con las normas internacionales", escribió en X el vocero de la cancillería estadounidense Matthew Miller.