Odisea cubana para turistas americanos

Autobuses donados a Cuba por Pastores por la Paz

No hablar de política, alabanzas al régimen, lluvias que inundan hoteles y autobúses rotos que empujar, fue parte del viaje de un grupo estadounidenses a Cuba.
La aventura de un grupo estadounidense que viajó a la isla con la organización Testigos por la Paz (Witness for Peace), comenzó en el Aeropuerto Internacional de La Habana, según detalló Ruby Layson en el diario The State Journal. Witness for Peace es una entidad con base en Estados Unidos que afirma trabajar por la paz y la comprensión a través del contacto persona a persona con tours educativos.

Sus anfitriones cubanos del Centro Martin Luther King Jr. los recogieron en un autobús escolar amarillo antiguo con carteles proclamando Pastores por la Paz y U.S.-Cuba Friendshipment, esta última es otra organización asociada al centro. El viaje a Cuba se enfocaba en el arte y la cultura y les permitió, afirma Layson, conocer e interactuar con muchos cubanos comunes y saber sobre sus vidas en su asociación con el Centro King.

La primera experiencia de los visitantes comenzó cuando ya estaban en el autobús listos para partir hacia el hotel donde se hospedarían y este no arrancó.

“Bajense todos para alivianar el peso de la guagua”, les ordenó Diego Benítez, representante de Witness for Peace en Cuba. Los hombres se alinearon para empujar el autobús y todos, señala el escrito, respiraron con alivio cuando arrancó.
La primera parada fue en el hotel Tulipán, usan el adjetivo de bello para su descripción con un estilo moderno rodeado de plantas tropicales.

Al otro día la belleza del lugar de hospedaje se vio empañada por una lluvia torrencial que inundó el lobby y los pasillos en las áreas abiertas.

Los empleados comenzaron a sacar el agua y el redactor del artículo dice que por suerte fue la única lluvia que cayó durante su estancia en la isla.

El alojamiento era cualquier cosa menos lujoso, resalta Ruby Layson; las camas eran literas, el agua fría y la comida simple - pollo o atún, arroz, sopa, un plato de ensalada y frutas tropicales, con los huevos y los cereales para el desayuno como una regla.

En la visita no pasó mucho tiempo para que el grupo de inmediato se encontrara con decenas de pancartas alabando a la revolución.

Además de los mensajes políticos pudieron disfrutar una explosión de arte. Asistieron a una función de ballet que para ellos estuvo magnífica desempeñada por los estudiantes de la Escuela Nacional de Ballet en el Gran Teatro junto al Capitolio.

Según ellos a pesar de que las personas insistían en que tenían la libertad para hablar libremente enfatizaron que pronunciarse contra el gobierno en público les causaría problemas.

Cuentan que la mayoría de los magníficos edificios en la Habana parece que están a punto de colapsar. El majestuoso Capitolio, en el corazón de la ciudad estaba cerrado por reparación.

Les llamó la atención que en la apariencia de Cuba no hay vallas publicitarias ni restaurantes de comida rápida. “En realidad prácticamente no hay sitios donde gastar dinero exceptuando lugares específicos para el turismo como tiendas, bares y restaurantes”, señala.

La primera actividad que realizaron para conmemorar el aniversario del Centro Martin Luther King Jr. se enfocó en los cinco espías cubanos condenados en Estados Unidos.