Cinco pitchers se roban el show en Miami

El lanzador puertorriqueño José De León, segundo desde la derecha, es felicitado por sus compañeros al final de la sexta entrada del juego del Clásico Mundial de Béisbol contra Israel.

Los 27.813 fanáticos que asistieron el lunes al juego entre Puerto Rico e Israel, correspondiente al grupo D del Clásico Mundial de Béisbol, fueron testigos de un hecho inédito en la historia de estos certámenes.

Cuatro lanzadores, el abridor José De León y los relevistas Yacksiel Ríos, Edwin Díaz y Duane Underwood se combinaron para lanzar juego perfecto de ocho episodios, al disponer de los israelíes con pizarra de 10-0.

De León, perteneciente a los Mellizos de Minnesota, retiró a los 17 bateadores que enfrentó, diez de ellos por la vía de los strikes, en cinco entradas y dos tercios de actuación.


Ríos sacó el tercer out del sexto episodio y Díaz y Underwood se encargaron del séptimo y octavo, respectivamente, para completar la hazaña, pues el partido terminó por la regla del nocaut.

“Siempre he soñado con un momento como este. Con todo lo que he pasado, necesitaba un momento como este para que la gente de Puerto Rico supiera que todavía estoy aquí para quedarme y quiero mostrarle al mundo que José De León todavía está aquí. Fue un momento especial”, dijo en la rueda de prensa posterior al partido el abridor de 30 años, quien luego de cinco temporadas en Grandes Ligas, pasó todo el 2022 en las Menores.

Con esta victoria, Puerto Rico, subcampeón de las últimas dos ediciones del WBC (2013 y 2017), pone su récord en 2-1 y va segundo de la llave, detrás de Venezuela (2-0).


La única derrota de los boricuas fue ante los venezolanos, quienes también ya vencieron a República Dominicana y tienen un pie en la siguiente ronda.

Si la lógica se impone en los partidos que restan en este grupo, Venezuela debería derrotar este martes a Nicaragua (0-3) y el miércoles a Israel (1-1), para terminar invicto.

Asimismo, los quisqueyanos (1-1) son favoritos ante los israelíes este martes, por lo que deberían llegar con 2-1 al choque del miércoles ante los puertorriqueños, para decidir en el clásico caribeño quién pasa y quien queda en el camino en el bien llamado Grupo de la Muerte.

Duque Hebbert, de la nada a la fama a ritmo de ponches

En el partido que abrió la jornada del lunes, República Dominicana consiguió su primera victoria, al derrotar 6-1 a Nicaragua, equipo que quedó eliminado de antemano.

Sin embargo, un jovencito de la escuadra centroamericana se llevó todos los aplausos, a pesar de la derrota.


Cuando el locutor oficial del LoanDepot Park anunció la entrada en el noveno inning del relevista nicaragüense Duque Hebbert, los periodistas en el palco de prensa comenzaron a bromear por la similitud de su nombre y la del ex lanzador cubano Orlando El Duque Hernández.

Pero Hebbert, de 21 años y hasta ese momento un perfecto desconocido para la mayoría de los presentes, se encargó con sólo 19 pitcheos de hacerse notar en el gran escenario del Clásico Mundial.

Ponchó en fila nada menos que a Juan Soto y a Julio Rodríguez, y tras permitir un doblete de Manny Machado, abanicó también a Rafael Devers.

“Vienen los mejores bateadores de Grandes Ligas, pero dije ellos son hombres y yo también soy hombre, voy a tirar strikes y que pase lo que tenga que pasar”, dijo después de su hazaña el jugador más joven de la selección nicaragüense.

Y pasó lo que tenía que pasar: apenas terminado el encuentro, un cazatalentos de los Tigres de Detroit se le acercó y lo firmó para la organización, tras 19 lanzamientos que le cambiaron la vida para siempre.