La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) solicitó una investigación internacional ante la décimonovena muerte de un periodista en Honduras, luego del golpe de estado de 2009, en este caso el reportero Fausto Evelio Hernández.
RSF criticó la ineficacia de las investigaciones para develar a los criminales y por tanto, la impunidad que reina sobre los asesinatos de periodistas, de defensores de derechos humanos y de las libertades fundamentales, informó la agencia de prensa EFE.
Hernández, conductor del programa La Voz de la Noticia en la emisora Radio Alegre de Colón y colaborador del canal de televisión local, fue asesinado a machetazos de camino a su casa por dos atacantes que no han sido identificados. Las autoridades descartaron el robo como móvil del crimen, dado que todas las pertenencias estaban intactas.
Los testigos se niegan a dar detalles a la policía, pero los oficiales encargados del caso deducen que se trata de un problema personal, porque la mayoría de las heridas recibidas estaban localizadas en la cabeza, mientras que la usanza de los sicarios es la detonación de armas de fuego desde vehículos en movimiento.
Esta es la segunda muerte de un periodista en lo que va de año en Honduras y la vigésimo sexta en la última década. Ante estas cifras, la RSF colocó a Honduras en el lugar 135 de los 179 países analizados en cuanto a libertad de prensa y respeto a la vida de los reporteros.
RSF criticó la ineficacia de las investigaciones para develar a los criminales y por tanto, la impunidad que reina sobre los asesinatos de periodistas, de defensores de derechos humanos y de las libertades fundamentales, informó la agencia de prensa EFE.
Hernández, conductor del programa La Voz de la Noticia en la emisora Radio Alegre de Colón y colaborador del canal de televisión local, fue asesinado a machetazos de camino a su casa por dos atacantes que no han sido identificados. Las autoridades descartaron el robo como móvil del crimen, dado que todas las pertenencias estaban intactas.
Los testigos se niegan a dar detalles a la policía, pero los oficiales encargados del caso deducen que se trata de un problema personal, porque la mayoría de las heridas recibidas estaban localizadas en la cabeza, mientras que la usanza de los sicarios es la detonación de armas de fuego desde vehículos en movimiento.
Esta es la segunda muerte de un periodista en lo que va de año en Honduras y la vigésimo sexta en la última década. Ante estas cifras, la RSF colocó a Honduras en el lugar 135 de los 179 países analizados en cuanto a libertad de prensa y respeto a la vida de los reporteros.