La Asamblea Nacional de Ecuador aprobó el jueves una serie de polémicas reformas a la Constitución que incluye la reelección indefinida de autoridades, en medio de fuertes protestas callejeras de opositores que pedían someter los cambios a una consulta popular.
Las enmiendas constitucionales promovidas por el Gobierno del presidente Rafael Correa fueron aprobadas por 100 de los 109 asambleístas presentes en la reunión.
Uno de los puntos más álgidos es el que permite la reelección indefinida para los cargos sometidos al voto popular, aunque el mismo Correa, quien celebró la aprobación de las reformas, dijo que él no utilizaría ese beneficio en los comicios generales del 2017.
Tras la aprobación, cientos de manifestantes trataron de llegar a la sede legislativa mientras gritaban "¡Fuera Correa, fuera!", en medio de enfrentamientos a palos y pedradas con la policía, que respondió con gases lacrimógenos.
Las autoridades confirmaron que 19 policías fueron agredidos en las manifestaciones, que se replicaron en otras ciudades del país. Algunos manifestantes también resultaron heridos y al menos una decena fueron detenidos, según sus líderes.
"El pueblo no está dispuesto a seguir de rodillas, vamos a seguir en la lucha, nos declaramos en rebeldía", dijo Jorge Herrera, uno de los líderes indígenas opositores, al señalar que acudirían a organismos internacionales para evitar la vigencia de los cambios a la Constitución vigente desde el 2008.
Las reformas también imponen nuevas reglas a la contratación colectiva del sector público, funciones adicionales para las Fuerzas Armadas, y la declaración de que la información que entregan los medios de comunicación es un servicio público, entre otras cuestiones.
Los seguidores de Correa celebraron en otro sector de la ciudad la aprobación de las enmiendas, con las que el mandatario ha dicho que se incrementarán los derechos en beneficio de la población.
"Podemos equivocarnos, pero en Ecuador va a mandar el pueblo ecuatoriano, no mestizos disfrazados de indígenas, dirigentes laborales del siglo XIX, banqueros populacheros y sin talento, periodistas deshonestos", escribió el presidente en su cuenta de Twitter desde París, donde viajó para participar en la cumbre climática de Naciones Unidas.
"A más reacción, más revolución. Seguiremos gobernando por el bien común, con total legitimidad democrática", agregó.
Varios asambleístas opositores no asistieron a la reunión de la Asamblea y se declararon en "rebeldía" para desobedecer los cambios aprobados por el cuerpo legislativo.