Según la cadena árabe de televisión Al Yazira, el líder palestino, fallecido hace casi ocho años, pudo haber sido envenenado.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, dispuso la exhumación de los restos del ex mandatario Yasser Arafat, fallecido el 11 de noviembre de 2004 en París a los 75 años de edad, y ordenó una exhaustiva investigación sobre las causas de su muerte.
Horas antes, la viuda del ex presidente, Suha Arafat, había consentido exhumar los restos, después de que un reportaje difundido el pasado martes por la cadena árabe de televisión Al Yazira dijo que el ex líder palestino pudo haber sido envenenado con polonio-210, una sustancia radiactiva.
Se trata del mismo componente radiactivo que en 2006 causó la muerte en Londres al espía ruso y ex agente de la KGB Akexander Litvinenko, a quien aparentemente se le suministró el polonio en las comidas.
Según Al Yazira, una investigación realizada por el Instituto de Radiofísica de Lausana, en Suiza, reveló haber encontrado “sorprendentes” altos niveles de esa sustancia en las prendas de Arafat, casi ocho años después de su deceso, aunque los reportes clínicos de la fecha no coinciden con los síntomas producidos por el polonio.
La enfermedad de Arafat, cuyos restos yacen en un mausoleo en Ramalá, Cisjordania, nunca llegó a ser establecida con exactitud por los médicos franceses que lo trataron.
Médicos enviados desde Túnez, Egipto y Jordania testificaron entonces que Arafat cayó repentinamente enfermo de algo más que de influenza. Y el líder palestino fue llevado a un hospital militar en París, donde entró en coma y falleció. A la sazón se habló de cáncer, y también de un padecimiento renal y hasta SIDA.
El hecho ocurre en momentos de renovadas tensiones tanto dentro del movimiento Fatah del extinto líder, ahora encabezado por su sucesor Abbas, y como entre esa agrupación y Hamas, el grupo radical islámico que gobierna en la Franja de Gaza.
Horas antes, la viuda del ex presidente, Suha Arafat, había consentido exhumar los restos, después de que un reportaje difundido el pasado martes por la cadena árabe de televisión Al Yazira dijo que el ex líder palestino pudo haber sido envenenado con polonio-210, una sustancia radiactiva.
Se trata del mismo componente radiactivo que en 2006 causó la muerte en Londres al espía ruso y ex agente de la KGB Akexander Litvinenko, a quien aparentemente se le suministró el polonio en las comidas.
Según Al Yazira, una investigación realizada por el Instituto de Radiofísica de Lausana, en Suiza, reveló haber encontrado “sorprendentes” altos niveles de esa sustancia en las prendas de Arafat, casi ocho años después de su deceso, aunque los reportes clínicos de la fecha no coinciden con los síntomas producidos por el polonio.
La enfermedad de Arafat, cuyos restos yacen en un mausoleo en Ramalá, Cisjordania, nunca llegó a ser establecida con exactitud por los médicos franceses que lo trataron.
Médicos enviados desde Túnez, Egipto y Jordania testificaron entonces que Arafat cayó repentinamente enfermo de algo más que de influenza. Y el líder palestino fue llevado a un hospital militar en París, donde entró en coma y falleció. A la sazón se habló de cáncer, y también de un padecimiento renal y hasta SIDA.
El hecho ocurre en momentos de renovadas tensiones tanto dentro del movimiento Fatah del extinto líder, ahora encabezado por su sucesor Abbas, y como entre esa agrupación y Hamas, el grupo radical islámico que gobierna en la Franja de Gaza.