Alexis Valdés en "The White House Plumbers", el soñador perfecto que prefiere no despertar (VIDEO+Fotos)

Alexis Valdés en entrevista con Ricardo Quintana. (Foto: Jesús Acosta/OCB)

Un sueño y a todo color es el que ha cumplido el actor Alexis Valdés luego de integrar el elenco de la miniserie de la cadena estadounidense HBO, The White House Plumbers (Los plomeros de la Casa Blanca), que se estrenará el primero de mayo.

Son cinco capítulos que develan el intríngulis del caso de espionaje electoral más sonado en la historia de Estados Unidos, Watergate, y que provocaría la dimisión del presidente republicano Richard Nixon y más de 30 de sus colaboradores.

Valdés, que interpreta el personaje de Felipe Diego, un cubano corredor de bienes raíces implicado en el escándalo, comparte escenas con reconocidas figuras de Hollywood como Woody Harrelson, Fahrid Murray y Lena Headdey, entre otros artistas.

Sobre este, su primer proyecto en inglés, Alexis Valdés habló con Radio Televisión Martí.

Alexis Valdés, en una escena de la serie The White House Plumbers. (Cortesía HBO)

R.M: Ahora sí que la botaste, en inglés y con reconocidas figuras del mundo de las artes. ¿Cuéntame?

AV: “Ha sido una oportunidad maravillosa trabajar en algo que tú soñaste de joven porque siempre cuando tú empiezas, tus ídolos, tus referentes son del cine americano y yo siempre fui un fanático de Woody Harrelson como actor porque le vi en películas antológicas como Natural Born Killers e Indecent Proposal, él ha hecho más de 200 filmes. Y cuando me llamaron, pensé que era un error, una equivocación, pero sí, me estaban buscando y me propusieron el personaje, pero tenía que hacer un casting. Entonces lo hice. Después me volvieron a mandar a hacer el casting, lo cual es una buena señal porque cuando no les gusta te dicen no. Querían que yo estuviera un poco más en el tono de la serie. Y entonces hice el casting otra vez. Y luego un mensaje: Congratulations, you got the part (Felicidades, tienes el papel). Como a los diez días me estaban recogiendo en casa en un súper auto para el aeropuerto y llevarme a Nueva York. Allí me fui directo al set donde me encontré con todos esos actores y fue una cosa impresionante.


R.M: Tú haces reír con personajes como Bandurria o Cristinito, con transformaciones físicas de todo tipo, pero en este proyecto te pones las botas de la seriedad. ¿Cuán difícil resultó ese viraje, el regreso al género dramático?

AV: Yo empecé como actor, lo que pasa es que hice el personaje de Bandurria, que fue tan popular y tan significativo que eso me tiró hacia la comedia. Pero mi primera intención como actor era hacer papeles dramáticos, hacer de todo; hice muchas series, hice cine, hice el Siglo de las Luces y cerca de diez películas, pero siempre te marca mucho el personaje de comedia, ¿no?

R.M: Como genial comediante tú has sido capaz de hacer lo mismo reír que llorar, eso te ha sido fácil, aparentemente. Pero, batirte con un guion en inglés por primera vez en tu carrera, esa sí que es dura, ¿no?

Alexis Valdés en su personaje de Bandurria.

AV: Ahora hablo mejor inglés porque la misma serie me obligó, pero cuando llegué allí yo sabía un poco lo que has estudiado, de estar viviendo aquí, pero aquí no hablamos en inglés, no hablas fluido. Llegas allí y el director habla en inglés, el productor habla inglés, la asistente de dirección en inglés, todas las órdenes son rápidas, como si estuviéramos hablando en español y ¡wow! En algún momento pensé que me iban a decir, no lo entendemos. Me dije, voy a pasar la vergüenza más grande de mi vida porque van a decir: no podemos trabajar con este actor, no podemos, no entiende, no lo entendemos. Yo pensé eso. Yo sí me había estudiado todo muy bien, me lo sabía perfectamente, iba muy preparado, y cuando llegó el momento de hacer la primera escena, yo me fui así, como: ¡corazón, ayúdame! El director dijo, 'good, good, good'. Pero sugirió hacer otra toma. Y me volvió a salir y salió y salió.

R.M: Watergate es un tema muy serio, un escándalo que décadas después aún da que hablar. Háblame de la trama, de estos cubanos de Miami que se metieron en líos y de qué magnitud.

AV: Fue una intención patriótica. Ellos pensaban que ayudando a Nixon iban a ayudar a derrocar a (Fidel) Castro. Ese era el plan, la idea. Aunque no estaba firmado en un papel, se sobreentendía. Incluso, les habían dicho que iban a entrar en el Comité Nacional del Partido Demócrata para obtener pruebas de que Castro o su gobierno había dado dinero a la campaña para ayudar a los demócratas. Y ellos dijeron, bueno, esto es ilegal, y Fidel Castro, un enemigo de este país, y lo vamos a demostrar. Claro, después no estaban los documentos, y al final esa operación no era tan legal como ellos pensaron. No tuvieron el apoyo como pensaron del presidente, porque Nixon dijo, yo no tengo nada que ver con eso, y se limpió las manos. De hecho, fue la gran injusticia, ya cuando hubo un perdón para muchos de los implicados, siguieron presos. Es decir, que yo diría que hubo un poquito de, si se puede decir, de racismo étnico, ¿no? Dijeron, no son americanos, son cubanos, que se las arreglen como puedan. Y ellos no cobraron nada, lo hicieron por verdadero patriotismo.

R.M: Leonel Valdés, tu padre, ya fallecido, fue una importante celebridad de la cultura cubana, carismático, ídolo del pueblo que lo tachó como el hombre de los puerquitos. ¿Cómo imaginas a papá hoy, si te viera trabajando en un proyecto grande con actores americanos famosos?

AV: Mi papá estaría ahí, aunque no lo hubieran invitado, viviendo eso. Se hubiera puesto más feliz que yo, porque yo siempre he sido una persona más sobria, pero él fue un hombre que exteriorizaba totalmente sus emociones y hubiera dicho a todo el mundo, ¿viste, viste a mi hijo, con los caballos? Y lo hubiera hecho sin ninguna vergüenza en cualquier esquina. Siempre que logro algo pienso en él, porque mi papá también era un tipo muy osado, porque yo creo que yo hice esto, entre otras cosas, por valiente. A veces el talento ayuda, pero lo que más ayuda es la determinación y trabajar. Si te dan un guion y vas a trabajar en una gran producción de Hollywood, lo menos, lo mínimo que puedes hacer, es comerte ese guion como un loco, día y noche. No tienes ninguna justificación para llegar ahí y decir no me lo sé. No, eso no existe. Si trabajas duro y eres consciente, puedes sobrepasar incluso a alguien con más talento, pero con menos dedicación.

R.M: ¿Te sientes diferente después de haber participado en esta serie, ha cambiado algo en Alexis Valdés?

AV: No hay nada que haya cambiado en mí como ser humano, nada. Sí, viví una experiencia significativa porque aprendes mucho. Son actores que tienen un oficio impresionante, tienen una manera de ser muy dinámica, muy viva. Aprendes un poco de la dinámica de la gente de cine, el nivel de exquisitez de la dirección de arte. Nosotros llegamos a las oficinas que estaban reproducidas como si estuviéramos otra vez en el año 72, los escritorios tenían las notas, las gafas con el papelito arriba, el lápiz medio roto, la pluma... ¡Qué profesionalismo, que nivel de exquisitez, de excelencia tiene esa gente!

R.M: Triunfó en Cuba, en España, en Miami, ahora has llegado a una de las cadenas más importantes de EEUU. ¿Qué le falta a Alexis Valdés?

Seguir aprendiendo y seguir arriesgándome y seguir intentando.

En la alfombra roja de The White House Plumbers. (Foto: Facebook Alexis Valdés)

R.M: ¿Cuál es el próximo proyecto?

AV: Ahora me he metido en otro camino bien loco, siempre me ha gustado escribir. Yo escribí una novela corta hace dos años que se llama "El miedo nos hizo fuertes", sobre mi infancia, pero ahora ya me he metido a escribir una novela. Pasé un curso de escritura con la cátedra de Isabel Allende, y la cátedra de Mario Vargas Llosa. He estado ahí, puliendo mis herramientas, mis habilidades para la escritura, preparándome para esta obra que trata de contar unos años que para mí fueron muy significativos, del 80 al 90. Esos años, donde yo me movía en los cabarets y en las noches de La Habana, pero al mismo tiempo estaba la guerra en Angola, y en Etiopía, y al mismo tiempo se iba a caer el Muro de Berlín, iba venir la Causa No.1, ese momento definitorio de Cuba, especial y explosivo. Y, bueno, no voy a contar más porque ya…

R.M: ¿Dónde queda Cuba en todo esto?

AV: Cuba siempre está ahí. Cada vez que a mí me agarra la nostalgia, sí, porque hay tiempos que ya no van a volver, tus 17 años, tus 18, ni el primer amor, ni la primera ilusión, ni el primer personaje. El día que te ves que sales corriendo por la calle, esa calle 23 que yo corrí desde M hasta J para ir a casa del director de la serie, para decirle gracias. Todo eso que yo viví y que me hizo de ese momento tan feliz. Por supuesto que tienes nostalgia, porque son fotografías que uno tiene en la cabeza, pero que sabes que no vas a tener otra vez, esa inocencia. Le preguntaron a un gran actor, ¿a partir de ahora qué tal? Y el tipo dijo, bueno, a partir de ahora lo que me preocupa es que he conquistado muchos sueños y yo lo que quiero es volver a soñar. Y yo no quiero que me quiten la capacidad de soñar, no quiero que me quiten esa inocencia, esas ganas de comerme al mundo con 17, 18 años. Cuando eso me falta, porque ya tienes tempo, otra edad, otro ritmo, siento nostalgia de aquel muchacho que era y estaba en Cuba. Entonces esa nostalgia me pega con mi tierra, mi esquina, mi barrio, el Capri, la televisión cubana, lugares donde fui a pesar de todas las dificultades que tenía el país. Yo, como joven, en ese momento fui muy feliz, porque estaba logrando lo que yo quería.

Alexis Valdés, en una foto de su juventud: "no quiero que me quiten la capacidad de soñar". (Tomada del Facebook del actor)

R.M: Tu mensaje a esa gente, a tu pueblo, a tu público que te rodeaba cuando dices que fuiste feliz en Cuba.

AV: A todos mis amigos en Cuba, saben que los tengo presente, que los quiero un montón, Uds. la están pasando muy dura o muy mal. Les mando un abrazo enorme. Siempre digo que yo tengo fe en que las cosas van a cambiar. A veces se ve más cerca, a veces más lejos. Hace dos años lo vimos muy cerca, ahora se ve un poco más lejos. Yo creo quen internamente, y esto se ve en la serie, la política está trabajando de una manera que nosotros no sabemos, y están pasando cosas que nosotros no sabemos y jamás vamos a saber. Entonces, a lo mejor quién sabe si en Cuba se están gestando cambios que nosotros no sabemos, y a lo mejor dentro de un año, seis meses, diez días, así como vimos la caída del Muro de Berlín, nos dan la gran noticia de que nuestro país ha decidido emprender un camino hacia la democracia, hacia la libertad de expresión... Que todos los cubanos nos podamos reencontrar y construir un país que sea el mejor para todos. ¿Por qué no? Yo siempre tengo la esperanza. Por favor, no me quiero morir sin ver eso.