Sumario
- La exportación de brigadas médicas es una de las principales fuentes de ingreso del régimen cubano.
Antigua y Barbuda canceló este fin de semana el convenio de colaboración de salud con el régimen de La Habana y despidió al personal sanitario cubano.
El cierre del programa, establecido desde hace 25 años, marca un giro de 180 grados en la política del primer ministro laborista Gaston Browne, luego de que la pequeña nación caribeña fuera incluida por la administración del presidente Donald Trump en la lista que restringe y limita a sus ciudadanos la entrada a Estados Unidos.
Además de Antigua y Barbuda, fueron incluidos en la más reciente prohibición de viajes Angola, Benín, Costa de Marfil, Dominica, Gabón, Gambia, Malawi, Mauritania, Nigeria, Senegal, Tanzania, Tonga, Zambia, y Zimbabue.
Browne había sido hasta ahora uno de los principales defensores de las brigadas médicas, que calificaba como el núcleo del servicio de salud del país, mientras negaba reiteradamente de que se tratara de explotación laboral, ante la advertencia de posibles sanciones de Washington por emplear personal cubano.
El gobierno laborista se limitó a anunciar que el personal médico cubano será reemplazado por 120 profesionales de Ghana. Fue el Partido Progresista Unido (PPU), actualmente en la oposición, el que emitió un comunicado, en el que agradeció a los galenos cubanos por sus servicios y lamentó el abrupto el fin de la asociación.
La exportación de brigadas médicas es una de las principales fuentes de ingreso del régimen cubano, que retiene entre el 50 y el 80 por ciento de sus salarios, en lo que ha sido denunciado como una suerte de esclavitud moderna en diferentes foros internacionales.
La ONG Archivo Cuba, que dirige la investigadora María Werlau, ha documentado las condiciones de explotación y vigilancia a que son sometidos los integrantes de las brigadas médicas que el régimen exporta a naciones de Europa, Africa, América Latina y el Caribe.
En febrero pasado, el Departamento de Estado anunció que revocaría las visas de funcionarios extranjeros involucrados en la contratación indirecta de personal cubano, en especial en misiones médicas.
Un mes más tarde el secretario de Estado, Marco Rubio, señaló durante una visita oficial a Jamaica, que las brigadas médicas cubanas básicamente operan como trabajo forzoso y reafirmó la postura de la administración Trump al respecto.