Cuba juzga a empresario canadiense a puertas cerradas

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Sarkis Yacoubian, ejecutivo de la empresa canadiense Tri-Star Caribbean, procesado en Cuba por corrupción

La primera jornada de la vista oral contra Sarkis Yacoubian se dedicó a escuchar a los testigos. El juicio debe quedar hoy concluso para sentencia.
Un tribunal cubano concluyó el jueves una primera jornada dedica da a escuchar a testigos en el juicio por soborno y otros dos cargos contra el empresario canadiense Sarkis Yacoubian.

Se espera que el juicio contra Yacoubian, de origen armenio y propietario de la empresa de importación Tri-Star Caribbean, concluya este viernes. Uno de sus asociados, el ciudadano libanés Krikor Bayassalian, es uno de los encartados en la misma causa.

Yacoubian fue detenido en la Habana en julio del 2011 como parte de una campaña gubernamental contra la corrupción.

El Embajador de Canadá en Cuba, Matthew Levin, asistió al juicio en el Tribunal Municipal Popular de 10 de octubre, pero no habló con los periodistas.

A la prensa no se le permitió pasar a la sala del juicio para cubrir las actuaciones. Los cargos fueron presentados ante el Tribunal de Delitos contra la Seguridad del Estado de La Habana, lo que permite que el juicio sea a puertas cerradas.

Se espera que después de Yacoubian sean juzgados por cargos relativos a la corrupción al menos otros tres ejecutivos de empresas occidentales que operaban en Cuba: el también canadiense Cy Tokmakjian, de Grupo Tokmajian; y los británicos Amado Fakhre, director ejecutivo de Coral Capital Group Ltd., y el jefe de operaciones de la misma compañía, Stephen Purvis,

El gobierno de la isla clausuró las oficinas locales de las compañías involucradas.

La agencia Reuters señala que los arrestos --sin precedentes en Cuba, donde los empresarios extranjeros sospechosos de corrupción solían ser expulsados-- han estremecido a la comunidad de empresarios extranjeros establecidos en la isla.

En el expediente preparado por los fiscales contra Yacoubian se alega que él o sus subalternos sobornaron a por lo menos una docena de funcionarios estatales cubanos, con incentivos como cenas elegantes, tarjetas telefónicas prepagadas, 300 dólares de comisión por facilitar un acuerdo, y $ 50,000 por un contrato de equipos pesados en 2008.
Familiares del empresario dijeron al diario canadiense Toronto Star que éste planeaba declararse culpable sólo de un cargo de soborno, lo que conlleva una pena de cinco años, y no de los más graves cargos de evasión de impuestos y daños a la economía cubana, por los que podrían condenarle a otros siete y 12 años de cárcel, respectivamente.

Según el procedimiento penal cubano, el juicio contra Yacoubian pudiera quedar concluso para sentencia este viernes, y los jueces tendrían hasta una semana para deliberar.