Los ejes de la iniciativa del presidente de Francia "serán el gobierno económico de la Unión Europea, la juventud, la energía y una nueva etapa de integración europea", precisó.
El presidente de Francia, François Hollande, cuya popularidad no cesa de bajar en las encuestas, prometió el jueves poner el segundo año de su mandato bajo el signo de "la ofensiva", en particular en el plano europeo, durante una conferencia de prensa dada en el marco de un contexto económico sumamente sombrío para el país.
Esta comparecencia, en presencia de casi todos los miembros del gobierno y con la participación de unos 400 periodistas, se realiza al día siguiente de un miércoles negro para Francia, en el que se anunció oficialmente la entrada en recesión del país y una baja histórica del poder adquisitivo de los franceses.
Pese a ello, Hollande defendió su balance de un año en la presidencia, reivindicando que el país "demostró su credibilidad presupuestaria, inició la reactivación de su competitividad y emprendió mediante la negociación la reforma del mercado del trabajo".
"El año I (de la presidencia) fue consagrado a la defensa de nuestra soberanía, la puesta en orden de nuestra economía, la salvaguarda de nuestro modelo social y la reparación de las injusticias", dijo. "El año II debe ser la ofensiva", y "la ofensiva es ante todo lanzar una iniciativa europea", agregó.
"Mi deber es sacar a Europa de su letargo y reducir el desafecto de los pueblos, que sólo puede comprometer el porvenir de la Unión Europea", afirmó Hollande, abogando en favor de la instauración de un "gobierno económico" de los países de la Unión Europea "que se reuniría todos los meses alrededor de un presidente dedicado a esa única tarea".
Los ejes de su iniciativa serán el gobierno económico de la Unión Europea, la juventud, la energía y una nueva etapa de integración europea, precisó.
"Si Europa no avanza, se borra del mapa"
En el plano del empleo, propuso una movilización "inmediata" de una parte de los fondos reservados a la juventud (6.000 millones de euros), para "apoyar a todos los jóvenes de Europa que no logran encontrar una formación ni un empleo".
Abogó asimismo porque Europa adopte una "estrategia de inversiones para las nuevas industrias y para los sistemas de comunicación" y por una posición común europea para coordinar esfuerzos en materia de energías sostenibles.
Finalmente, su iniciativa buscará "una nueva etapa de integración, con una capacidad presupuestaria que sería atribuida a la zona euro y la posibilidad, progresivamente, de instaurar impuestos".
Hollande recalcó paralelamente la importancia de la relación entre Francia y Alemania, sin la cual "Europa no puede avanzar".
"El primer acto cada vez" es "encontrar un compromiso entre Francia y Alemania. Con la canciller alemana, Angela "Merkel, buscamos el compromiso en cada etapa, llevó tiempo, pero siempre lo logramos", explicó, recalcando que "Francia y Alemania tenemos el deber de hacer avanzar Europa, porque si Europa se queda donde está hoy, puede ser el fin de la idea europea".
El presidente empezó su conferencia de prensa con un homenaje a los soldados franceses que intervinieron en Malí, afirmando que ellos "hicieron amar Francia en toda África" e ilustraron "el papel de una gran nación".
Por otra parte, Hollande desmintió los rumores que circulaban en Francia últimamente sobre una próxima reorganización gubernamental, rindiendo homenaje al primer ministro, Jean-Marc Ayrault, al que reiteró su "confianza para los meses venideros".
Esta comparecencia, en presencia de casi todos los miembros del gobierno y con la participación de unos 400 periodistas, se realiza al día siguiente de un miércoles negro para Francia, en el que se anunció oficialmente la entrada en recesión del país y una baja histórica del poder adquisitivo de los franceses.
Pese a ello, Hollande defendió su balance de un año en la presidencia, reivindicando que el país "demostró su credibilidad presupuestaria, inició la reactivación de su competitividad y emprendió mediante la negociación la reforma del mercado del trabajo".
"El año I (de la presidencia) fue consagrado a la defensa de nuestra soberanía, la puesta en orden de nuestra economía, la salvaguarda de nuestro modelo social y la reparación de las injusticias", dijo. "El año II debe ser la ofensiva", y "la ofensiva es ante todo lanzar una iniciativa europea", agregó.
"Mi deber es sacar a Europa de su letargo y reducir el desafecto de los pueblos, que sólo puede comprometer el porvenir de la Unión Europea", afirmó Hollande, abogando en favor de la instauración de un "gobierno económico" de los países de la Unión Europea "que se reuniría todos los meses alrededor de un presidente dedicado a esa única tarea".
Los ejes de su iniciativa serán el gobierno económico de la Unión Europea, la juventud, la energía y una nueva etapa de integración europea, precisó.
"Si Europa no avanza, se borra del mapa"
En el plano del empleo, propuso una movilización "inmediata" de una parte de los fondos reservados a la juventud (6.000 millones de euros), para "apoyar a todos los jóvenes de Europa que no logran encontrar una formación ni un empleo".
Abogó asimismo porque Europa adopte una "estrategia de inversiones para las nuevas industrias y para los sistemas de comunicación" y por una posición común europea para coordinar esfuerzos en materia de energías sostenibles.
Finalmente, su iniciativa buscará "una nueva etapa de integración, con una capacidad presupuestaria que sería atribuida a la zona euro y la posibilidad, progresivamente, de instaurar impuestos".
Hollande recalcó paralelamente la importancia de la relación entre Francia y Alemania, sin la cual "Europa no puede avanzar".
"El primer acto cada vez" es "encontrar un compromiso entre Francia y Alemania. Con la canciller alemana, Angela "Merkel, buscamos el compromiso en cada etapa, llevó tiempo, pero siempre lo logramos", explicó, recalcando que "Francia y Alemania tenemos el deber de hacer avanzar Europa, porque si Europa se queda donde está hoy, puede ser el fin de la idea europea".
El presidente empezó su conferencia de prensa con un homenaje a los soldados franceses que intervinieron en Malí, afirmando que ellos "hicieron amar Francia en toda África" e ilustraron "el papel de una gran nación".
Por otra parte, Hollande desmintió los rumores que circulaban en Francia últimamente sobre una próxima reorganización gubernamental, rindiendo homenaje al primer ministro, Jean-Marc Ayrault, al que reiteró su "confianza para los meses venideros".