En una reunión del Consejo de Ministros, Castro opinó que la "actualización" avanza "a buen ritmo". Insisten en garantizar divisas, reducir importaciones y promover inversiones que generen ingresos pronto.
El gobernante cubano, Raúl Castro, indicó que no modificará el lento paso de la llamada “actualización del modelo económico” de la isla, opinando que “se avanza a buen ritmo” dada “la magnitud y complejidad de los problemas”, y haciendo un llamado a “resistir a las presiones de quienes insisten en que debemos ir más rápido".
Castro se pronunció en ese sentido el pasado martes 2 de abril, durante una reunión del Consejo de Ministros enfocada en el análisis de las Directivas para elaborar el Plan de la Economía y la Propuesta de Presupuesto del Estado para 2014.
"Las empresas, a partir de las utilidades después de impuesto, cumplidos los compromisos con el Estado y los requisitos establecidos, podrán crear fondos para el desarrollo, las inversiones y la estimulación a los trabajadores", indicó en la sesión de ministros la titular de Finanzas y Precios, Lina Pedraza.
La funcionaria explicó que "para respaldar su desarrollo, las empresas retendrán hasta el 50 por ciento de la utilidad después de impuestos". Pedraza precisó que esa decisión responde a uno de los puntos incluidos en el plan de ajustes económicos aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (gobernante y único) en abril de 2011.
El Consejo de Ministros analizó también la aprobación del primer grupo de 126 cooperativas privadas, después de que en diciembre pasado entró en vigor una ley que extiende ese tipo de gestión a sectores fuera del agropecuario.
De las nuevas cooperativas, doce funcionarán en actividades de la construcción, once en mercados agropecuarios, cinco estarán relacionados con el transporte de pasajeros, seis con servicios auxiliares de transporte, y dos en el área de reciclaje de desechos.
Mientras que instó a “pensar y repensar cada cosa que hagamos”, el general-presidente dijo que las Directivas constituyen la guía para lograr una mejor planificación, pero que no pueden convertirse en una camisa de fuerza, y deben estar sujetas a argumentación y flexibilidad.
Las reformas de Raúl Castro han sido criticadas por su lentitud e insuficiencia para resolver el cúmulo de problemas críticos que enfrenta el país.
Durante la sesión, a la cual asistieron, además del gabinete, los presidentes de las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE), el ministro de Economía y Planificación, Adel Yzquierdo, ratificó la importancia de potenciar las exportaciones y desacelerar el crecimiento de las importaciones, en favor de la producción nacional.
Datos recientes sobre el comercio exterior de Cuba compilados por el servicio de negocios Trade revelan que Cuba redujo en un 75 por ciento sus importaciones de bienes de consumo y materias primas el año pasado. La misma fuente refleja que las exportaciones sólo llegaron en 2012 a la mitad de las cifras alcanzadas en 2011.
Izquierdo subrayó la necesidad de trabajar para garantizar los ingresos en moneda convertible que provienen del turismo, la industria de medicamentos, la del níquel y el azúcar, y por otra parte, priorizar las inversiones que generen ingresos a corto plazo y propicien sustitución de importaciones.
La nota de los medios oficiales se refiere asimismo a una intervención del vicepresidente del Consejo de Ministros Marino Murillo, en la que destacó “las medidas que se adoptan para desatar los nudos que atan la gestión del sistema empresarial y promover la eficiencia”.
Las empresas estatales continúan siendo la unidad básica de la macroeconomía cubana, pero suelen estar plagadas de inercia, desórdenes contables, ineficiencia y corrupción, incluidas algunas que pertenecen a sectores estratégicos.
No obstante, las medidas enumeradas por Murillo, según las reseña la prensa oficial, parecen incidir más en la periferia que en el núcleo de las cuitas del sistema empresarial: venta de inventarios ociosos o de lento movimiento; actualización de los objetos sociales; y mejor aprovechamiento de las energías renovables.
Por su parte la ministra de Finanzas y Precios, Lina Pedraza, anunció que, aplicando uno de los lineamientos emanados del Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, las empresas podrán, una vez pagados sus impuestos y cumplidos los compromisos con el Estado, retener hasta 50 % de sus utilidades, y destinar esos fondos a incrementar el capital de trabajo; a las inversiones; a desarrollo, investigaciones y capacitación; y a compensar a sus trabajadores según sus resultados.
Por último, Marino Murillo propuso al Consejo de Ministros la aprobación del primer grupo de 126 cooperativas no agropecuarias, de unas 230 seleccionadas, que comenzará a funcionar “próximamente”.
Las normas jurídicas para estas formas de gestión privada de producción y servicios, que se suman a las que ya existían en el sector agropecuario, fueron publicadas el 11 de diciembre en la Gaceta Oficial. Días más tarde, en la segunda y última sesión del año de la Asamblea Nacional, Murillo anticipó que las cooperativas no agropecuarias tendrían “autonomía de gestión y capacidad para exportar e importar a través de agencias estatales, no dependerán de ninguna autoridad pública y podrán vender sus bienes o servicios a precios de mercado”.
En la reunión del martes del Consejo de Ministros el vicepresidente, encargado de supervisar la marcha de la “actualización”, anunció que de las 126 nuevas cooperativas 111 se iniciarán en mercados agropecuarios; cinco estarán asociadas a servicios de transporte de pasajeros; seis a servicios auxiliares del transporte; dos al reciclaje de desechos, y 12 estarán relacionadas con actividades de la construcción.
Castro se pronunció en ese sentido el pasado martes 2 de abril, durante una reunión del Consejo de Ministros enfocada en el análisis de las Directivas para elaborar el Plan de la Economía y la Propuesta de Presupuesto del Estado para 2014.
A pagar por resultados
Las empresas estatales de Cuba podrán crear fondos propios a partir de sus utilidades para invertir, investigar y estimular a los trabajadores con pagos por "resultados", según se informó en la reunión del Consejo de Ministros."Las empresas, a partir de las utilidades después de impuesto, cumplidos los compromisos con el Estado y los requisitos establecidos, podrán crear fondos para el desarrollo, las inversiones y la estimulación a los trabajadores", indicó en la sesión de ministros la titular de Finanzas y Precios, Lina Pedraza.
La funcionaria explicó que "para respaldar su desarrollo, las empresas retendrán hasta el 50 por ciento de la utilidad después de impuestos". Pedraza precisó que esa decisión responde a uno de los puntos incluidos en el plan de ajustes económicos aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (gobernante y único) en abril de 2011.
El Consejo de Ministros analizó también la aprobación del primer grupo de 126 cooperativas privadas, después de que en diciembre pasado entró en vigor una ley que extiende ese tipo de gestión a sectores fuera del agropecuario.
De las nuevas cooperativas, doce funcionarán en actividades de la construcción, once en mercados agropecuarios, cinco estarán relacionados con el transporte de pasajeros, seis con servicios auxiliares de transporte, y dos en el área de reciclaje de desechos.
Las reformas de Raúl Castro han sido criticadas por su lentitud e insuficiencia para resolver el cúmulo de problemas críticos que enfrenta el país.
Durante la sesión, a la cual asistieron, además del gabinete, los presidentes de las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE), el ministro de Economía y Planificación, Adel Yzquierdo, ratificó la importancia de potenciar las exportaciones y desacelerar el crecimiento de las importaciones, en favor de la producción nacional.
Datos recientes sobre el comercio exterior de Cuba compilados por el servicio de negocios Trade revelan que Cuba redujo en un 75 por ciento sus importaciones de bienes de consumo y materias primas el año pasado. La misma fuente refleja que las exportaciones sólo llegaron en 2012 a la mitad de las cifras alcanzadas en 2011.
Izquierdo subrayó la necesidad de trabajar para garantizar los ingresos en moneda convertible que provienen del turismo, la industria de medicamentos, la del níquel y el azúcar, y por otra parte, priorizar las inversiones que generen ingresos a corto plazo y propicien sustitución de importaciones.
La nota de los medios oficiales se refiere asimismo a una intervención del vicepresidente del Consejo de Ministros Marino Murillo, en la que destacó “las medidas que se adoptan para desatar los nudos que atan la gestión del sistema empresarial y promover la eficiencia”.
Las empresas estatales continúan siendo la unidad básica de la macroeconomía cubana, pero suelen estar plagadas de inercia, desórdenes contables, ineficiencia y corrupción, incluidas algunas que pertenecen a sectores estratégicos.
No obstante, las medidas enumeradas por Murillo, según las reseña la prensa oficial, parecen incidir más en la periferia que en el núcleo de las cuitas del sistema empresarial: venta de inventarios ociosos o de lento movimiento; actualización de los objetos sociales; y mejor aprovechamiento de las energías renovables.
Por su parte la ministra de Finanzas y Precios, Lina Pedraza, anunció que, aplicando uno de los lineamientos emanados del Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, las empresas podrán, una vez pagados sus impuestos y cumplidos los compromisos con el Estado, retener hasta 50 % de sus utilidades, y destinar esos fondos a incrementar el capital de trabajo; a las inversiones; a desarrollo, investigaciones y capacitación; y a compensar a sus trabajadores según sus resultados.
Por último, Marino Murillo propuso al Consejo de Ministros la aprobación del primer grupo de 126 cooperativas no agropecuarias, de unas 230 seleccionadas, que comenzará a funcionar “próximamente”.
Las normas jurídicas para estas formas de gestión privada de producción y servicios, que se suman a las que ya existían en el sector agropecuario, fueron publicadas el 11 de diciembre en la Gaceta Oficial. Días más tarde, en la segunda y última sesión del año de la Asamblea Nacional, Murillo anticipó que las cooperativas no agropecuarias tendrían “autonomía de gestión y capacidad para exportar e importar a través de agencias estatales, no dependerán de ninguna autoridad pública y podrán vender sus bienes o servicios a precios de mercado”.
En la reunión del martes del Consejo de Ministros el vicepresidente, encargado de supervisar la marcha de la “actualización”, anunció que de las 126 nuevas cooperativas 111 se iniciarán en mercados agropecuarios; cinco estarán asociadas a servicios de transporte de pasajeros; seis a servicios auxiliares del transporte; dos al reciclaje de desechos, y 12 estarán relacionadas con actividades de la construcción.