Los líderes del G7 abrieron este domingo el segundo día de reuniones con una sesión dedicada a las tensiones comerciales y la situación global de la seguridad, dos cuestiones centrales de la cumbre que se abrió el sábado
El presidente francés, Emmanuel Macron, anfitrión del encuentro, recibió a sus homólogos en el centro de congresos de Bellevue poco después de las 09:30 hora local para dar comienzo a la primera sesión de trabajo, tras la cena informal que dio comienzo a la cumbre.
En dicha cena los mandatarios del G7 abordaron la influencia negativa del gobierno iraní en el Oriente Medio, y las diferencias que existen entre Europa y Estados Unidos sobre el pacto internacional que intenta limitar el programa nuclear iraní.
Precisamente, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, acudió sorpresivamente a Biarritz y se reunió con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian, en un encuentro al margen de la cumbre.
Otro tema de análisis del G7 es la tensión comercial a nivel mundial, particularmente entre Estados Unidos y China. Sin embargo, el presidente Donald Trump aseguró que los demás miembros no le han pedido que frene la guerra comercial.
Trump insistió en que lo que China ha hecho a Estados Unidos "es indignante", por llevarse "cientos de miles de millones de dólares cada año" a través de prácticas comerciales ilícitas y robo de propiedad intelectual. Aún así, ha reconocido que ha apostado por continuar el diálogo con Pekín.
Por otra parte, en una entrevista con el nuevo primer ministro británico, Boris Johnson, Trump prometió un rápido acuerdo de libre cambio con el Reino Unido, en cuanto este país abandone la Union Europea. Trump ha afirmado que Johnson "es el hombre adecuado" para llevar a cabo el "Brexit", previsto para el 31 de octubre.
En la reunión del primer ministro con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ambos se han limitado a reafirmar la distancia entre sus posturas, y solo han acordado reunirse en septiembre durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Tusk ha subrayado que "la pelota sigue estando en el tejado de Reino Unido", una posición que supone un jarro de agua fría para Londres, que esperaba arrancar concesiones a Bruselas.
Johnson, por su parte, ha reiterado a Tusk que no habrá más prórrogas y que el Reino Unido abandonará la UE el 31 de octubre "sean cuales sean las circunstancias", y ha reiterado que el mecanismo de salvaguardia o backstop es "antidemocrático".
Además, Johnson ha advertido de que si no hay acuerdo para el Brexit, Londres no abonará los 30 mil millones de libras que el anterior gobierno aceptó pagar en concepto de gastos.
Pese a los desencuentros, el tono de este domingo ha sido mucho más amistoso que el del sábado, según la prensa internacional.
En la reunión bilateral entre Trump y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, el presidente estadounidense se declaró "descontento" con el último ensayo con misiles balísticos de Corea del Norte, pero subrayó que no incumple ningún tratado. En cambio, Abe sostuvo que supone una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Además, Trump recordó que Kim Jong-Un le escribió "una carta muy bonita" la semana pasada. "Creo que al final hará lo correcto. Ya veremos. Puede que no. Puede que sí. Pero creo que hará lo correcto", añadió.
El lanzamiento de misiles de corto alcance de este sábado es el séptimo ensayo realizado desde que Trump y Kim se reunieran en junio en la frontera entre las dos Coreas.
También participan del foro los responsables de los principales organismos multilaterales como la ONU, el Banco Mundial y la OCDE para abordar la lucha contra las desigualdades, lema de la cumbre.
