Ricardo Quintana / Golf y casas para capitalistas en Cuba

A bombo y platillo se anuncia en La Habana la promoción de Cuba como destino para quienes gustan del golf, un deporte que atrae a millones y que desapareció en la isla con la llegada al poder del actual gobierno.

Que a la Cuba de los castro vayan los capitalistas a jugar golf, no es noticia. Tambien van a pescar o a cazar, sobran los pesqueros y los cotos reservados para ellos.

Pero el proyecto en cuestión no solo incluye la construcción de casi una veintena de campos de golf en varadero y otras regiones del país.

Cerca del verdor de la grama podada con extrema precisión, se levantarán
cómodas viviendas que los golfistas, solo foráneos, podrán comprar al gobierno cubano.

Con una industria inmoviliaria inexistente, el plan que acaricia el ministerio del turismo con capital mixto podría convertirse en el mayor negocio de bienes raíces que se haya acometido en la isla.

Mientras, la crisis habitacional acumulada durante medio siglo de abandono, no ve la luz.

La prensa estatal ha admitido que la disponibilidad de vivienda es uno de los problemas más agudos de la población cubana.

Este año, los planes oficiales preven la construcción de 43 mil casas.

Sin embargo, cabe destacar que en los últimos años, el gobierno ha incumplido el plan de construcción, que decreció de 150 mil a 50 mil viviendas.

Los capitalistas se asentaran en los lujosos y acomodados complejos cerca del campo deportivo.

Desde lo lejos, el expectador nacional podrá seguir las acciones mientras sueña con disfrutar una de esas casas que habita el capitalista en su suelo revolucionario.