La periodista Camila Acosta fue liberada este viernes bajo un medida cautelar de prisión domiciliaria, que se negó a firmar, según sus propias declaraciones tras salir en libertad, informó el portal digital CubaNet, con el que colabora.
La reportera fue arrestada el lunes, 12 de julio, por agentes de la Seguridad del Estado, como parte de la ola represiva desatada por el gobierno tras las protestas que estallaron el domingo, 11 de julio, en casi todo el país.
Durante el arresto, le fueron incautados sus medios de trabajo, dinero y otros objetos personales.
Ese mismo día, Acosta había escrito en Twitter: "Hoy fui testigo de la violencia y represión contra manifestantes pacíficos en #LaHabana,del odio del régimen cubano y sus burdas manipulaciones. Los que salimos a las calles estamos motivados por el amor a la libertad y a #Cuba, porque queremos vivir en un país mejor, sin odio".
La joven permaneció incomunicada y en paradero desconocido hasta este jueves, cuando confirmó a su padre vía mensaje de texto que se encontraba detenida en la unidad policial de Acosta y Diez de Octubre.
Según CubaNet, Orlando Acosta había logrado localizar a su hija, quien también se desempeña como corresponsal en La Habana de ABC.es.
“Cuando me iba para (la estación de) Infanta y Manglar, donde Camila había estado supuestamente, un patrullero me cargó; me revisaron y me quitaron mis papeles y me llevaron para 100 y Aldabó, donde finalmente me aseguraron que mi hija estaba en (la estación de) Acosta y Diez de Octubre”, dijo el hombre.
Las autoridades habían informado al padre de la reportera que esta sería procesada por delitos contra la Seguridad del Estado. Pero los cargos cambiaron, confirmó el martes a Radio Martí el escritor Ángel Santiesteban. "Ahora la procesarán por desacato y desorden público", dijo.
Organizaciones dedicadas al periodismo independiente y defensoras de derechos humanos, así como los gobiernos de España y Estados Unidos denunciaron su arresto y exigieron al régimen de La Habana su inmediata liberación.
Varios comunicadores independientes que cubrían las protestas del 11J en Cuba fueron detenidos, y otros obligados a permanecer en sus viviendas, con vigilancia policial las 24 horas.