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La doble sesión en las escuelas se va


Alumnos de la secundaria básica.
Alumnos de la secundaria básica.

El Ministerio de Educación busca deshacerse del monto económico que asume con la doble sesión, aunque algunos padres refuerzan la 'merienda escolar' por sus propis medios.

El recién concluido Seminario de Preparación del próximo curso escolar 2014-2015, hizo estallar la noticia: la doble sesión de clases en las escuelas, se va, se va, se va… como jonrón del equipo incapaz.

Las palabras de clausura del evento, a cargo de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sonaron prometedoras. Habló de flexibilizar el proceso docente educativo y “hacer la escuela más atractiva para los educandos”.

Mi escuelita es tan bonita, porque está bien cuidadita (Canción infantil)

En estos momentos los alumnos permanecen en las escuelas entre las 8 AM y las 4-30PM, días entre semana. Las modificaciones en el régimen de doble sesión implican que, una de estas, consista en clases con los contenidos básicos en las aulas. La otra proporcionaría a los estudiantes, según Díaz-Canel: “La visita a museos, clases de computación, idiomas, con los instructores de arte promoviendo la cultura, y que se incluya también la práctica del deporte escolar, la educación laboral, actividades sociales y comunitarias”.

“A mí no me gusta estar encerrada en la escuela todo el día, eso me funde (aburre) –opina una alumna de secundaria y añade– mis padres tienen que hacer malabares para que yo almuerce”.

Le pregunto: ¿Y la Merienda fuerte?

Ella hace un gesto de asco “Ah!, esa cosa no hay quien se la espante”.

La llamada Merienda fuerte, supuestamente, es un pan redondo con jamón o hamburguesa y queso, acompañado de un vaso de yogurt de Soya. Ha formado parte del caos final de la celebérrima Batalla de Ideas. La empresa encargada de la distribución de esta merienda a las escuelas, cuyos camiones llevan el rótulo “Merienda Escolar”, no garantiza la estabilidad, la calidad ni la conservación de esta.

Merienda fuerte Vs arroz con frijoles
Al mediodía, un grupo de padres esperan la pausa entre sesiones de clases. Están de pie, arrimados a la cerca perimetral de una escuela en el Vedado. Muchos traen pozuelos plásticos con arroz, frijoles y algo de proteína animal’. Los más pudientes incluyen jugos de frutas comprados en moneda dura.

“Me recuerda cuando me llevaban la jaba a la prisión los días de visita –comenta un padre de familia que espera con el almuerzo para sus dos hijos varones– sostener esto es una renta y súmale el dinero que piden los profesores para el mantenimiento, comprar los uniformes, los zapatos”.

Le comento los cambios al horario de clases en el próximo curso y me responde: “Las actividades extra clase y la visita a los museos, está muy bonito en teoría. La realidad es que el gobierno no puede mantener la doble sesión en las escuelas. No tienen economía para eso y no hay comida para darle a los muchachos para que se sostengan todo el día dando clases”.

La doble sesión se va, se va… jonrón del equipo incapaz
“Ellos (el gobierno) lo que están cuidando es su imagen –se suma una mamá joven– ellos fracasaron con la famosa “Merienda Fuerte” que prometieron hace unos años, y ahora no hay quien se la espante o no aparece”.

“El lío es que queriendo resolver un problema, van a crear otro –añade la mujer– porque si no tienen con qué entretener a los jóvenes los fines de semana. ¿De qué forma van a sostener ese plan de actividades complementarias en la otra sesión después de la de clases, con las casas de cultura cayéndose”.

Añade el padre de familia: “Si tu niño quiere practicar la pelota (béisbol) tienes que invertir dinero en comprarle el uniforme, los zapatos y todo lo demás.Y ojalá no se hagan los cabrones y pongan esas actividades como obligatorias para que los muchachos aprueben el curso. ¡Ahí sí que se va a juntar el cielo con la tierra, porque a la mayoría la cuenta no le da!”.

Una profesora de la propia escuela, quien pidió no ser nombrada, expresó: “Todo ese invento de las actividades complementarias, es porque no quieren reconocer que la doble sesión se va a bolina como el papalote. A ver qué van a hacer, cuando las calles se llenen de niños y jóvenes, buscando donde meterse. ¿A ver qué inventan para pasar el tiempo? Todos sabemos en Cuba, que la calle no está nada buena”.


Publicado originalmente en Cubanet
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