Varios miles de peregrinos y turistas que llenaban la Plaza de San Pedro profirieron exclamaciones de desencanto al ver la fumata negra poco antes del mediodía, hora de Roma.
Al principio, el humo de la chimenea tenía un color blanquecino, lo que generó cierto entusiasmo. No obstante, para evitar confusiones, el Vaticano anunció que por primera vez, la fumata blanca será acompañada por las campanas de la Basílica de San Pedro.
Los 115 cardenales que votaron y que se encuentran encerrados en la Capilla Sixtina hicieron un alto para almorzar y reanudan sus labores en la tarde.