Momentos antes de partir este lunes rumbo a la prisión de Mar Verde, en Santiago de Cuba, donde se encuentra recluido José Daniel Ferrer, su esposa, la doctora Nelva Ismaray Ortega, emitió un llamado a la comunidad internacional, advirtiendo que la vida del líder opositor corre peligro.
Según la Dra. Ortega, el dos veces prisionero político y de conciencia podría encontrarse en huelga de hambre, tal como anunció el pasado 11 de octubre durante el último contacto que Ferrer pudo sostener con su familia.
En ese encuentro de apenas diez minutos, concedido por la Seguridad del Estado tras la exigencia familiar de una “fe de vida”, el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) advirtió que, una vez se terminaran los alimentos que su familia le había suministrado, se declararía en huelga de hambre en reclamo de sus derechos como prisionero político.
Desde su traslado a la prisión de Mar Verde, en agosto de 2021, Ferrer se encuentra en régimen de riguroso aislamiento penitenciario y sometido al sistema de torturas conocido como “tortura blanca”, que incluye la negación de los derechos elementales estipulados por las leyes para los privados de libertad, señaló Ortega.
“Desde ese momento, mi esposo ha estado bajo condiciones inhumanas, crueles y degradantes, bajo todo tipo de tratos y torturas, tanto físicas como psicológicas, maltratos, bajo condiciones infrahumanas de salubridad, sin tener acceso a alimentación digna, a atención médica y estomatología e, incluso, a tener una hoja de papel para exigir asistencia religiosa”, enumeró.
“En estos momentos, no sabemos si comenzó la huelga o no”, apuntó Ortega, explicando que, debido a la precaria salud de su esposo a causa de las terribles condiciones físicas en las que se encuentra, unido a padecimientos crónicos que afronta como secuelas de anteriores encarcelamientos y huelgas de hambre, su vida corre un verdadero peligro.
Desde el 27 de mayo, a Ferrer se le han suspendido las visitas familiares, así como los pabellones conyugales, y sólo le han permitido pequeños contactos con su familia bajo la exigencia de una “fe de vida”.
Este lunes, también le fue negada a su esposa la posibilidad de visitarlo.
Desde el exilio, Ana Belkis Ferrer, hermana del también presidente del Consejo para la Transición en Cuba y promotor de Cuba Decide, denunció en redes sociales que al preso político le fue suspendido el pabellón conyugal reglamentario correspondiente al 31 de octubre.
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