A continuación, un editorial que refleja las opiniones del Gobierno de los Estados Unidos:
El terrorismo continúa devastando las vidas de millones de personas en el Sahel y se ha extendido y desplazado hacia el sur. "Condenamos en los términos más enérgicos todos los ataques de las organizaciones terroristas", dijo el embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Mike Waltz.
Estados Unidos sigue preocupado por la situación en Malí, en particular, y reconoce los esfuerzos antiterroristas de las fuerzas armadas malienses.
"En Nigeria, la masacre continua de miles de cristianos por parte de diversas milicias étnicas en la región central, así como de grupos terroristas como Boko Haram e ISIS-África Occidental en el norte, es trágica e inaceptable", dijo el embajador Waltz.
"El secuestro masivo de estudiantes y profesores de escuelas religiosas en Nigeria es simplemente una barbarie. Como ha dejado claro el presidente Trump, no podemos ni vamos a permanecer impasibles mientras tales atrocidades ocurren con regularidad y sin consecuencias", agregó.
Por eso, Estados Unidos está tomando medidas decisivas en el marco de una nueva política que permitirá al Departamento de Estado restringir la emisión de visas a personas que hayan dirigido, autorizado, apoyado significativamente, participado o llevado a cabo violaciones de la libertad religiosa.
"El secuestro y asesinato de cristianos inocentes debe terminar, al igual que la violencia terrorista contra todas las comunidades religiosas nigerianas", subrayó el embajador Waltz.
Tras las conversaciones con los líderes estadounidenses, el gobierno de Nigeria ha tomado algunas medidas para abordar estos problemas, pero aún queda mucho por hacer.
Estados Unidos exige que se rindan cuentas por los ataques perpetrados por terroristas afiliados a Al Qaeda, ISIS-Sahel, ISIS-África Occidental, Boko Haram y todos los demás grupos terroristas que operan en la región.
Estados Unidos insta a los estados del Sahel y a sus vecinos de la costa de África Occidental a dejar de lado sus diferencias y buscar una respuesta coordinada al terrorismo, que respete el estado de derecho y los derechos humanos, incluida la cooperación militar y el intercambio de inteligencia.
El liderazgo africano, con una respuesta coordinada entre todos los países de la región, es fundamental. Estados Unidos, por su parte, seguirá trabajando con sus socios regionales para contrarrestar estas amenazas comunes.
Estados Unidos también sigue de cerca la situación en Guinea-Bissau e insta a todas las partes interesadas a abstenerse de la violencia.
En Benín, Estados Unidos condena enérgicamente los actos de violencia perpetrados contra el gobierno el 7 de diciembre.
Finalmente, la crisis que se desarrolla en Sudán sigue teniendo repercusiones de gran alcance en la paz y la seguridad en el Sahel. Estados Unidos insta a todas las partes beligerantes en Sudán a comprometerse y cumplir de inmediato con una tregua humanitaria incondicional. El pueblo de Sudán no puede esperar más. Es hora de poner fin a la violencia.
Es hora de trabajar juntos para derrotar a los terroristas y buscar la paz y la seguridad para los pueblos de África Occidental.
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