Los senadores Marco Rubio (R-FL) de Florida y John Kennedy (R-LA) y el representante Carlos A. Giménez (FL-26) presentaron en sus respectivas cámaras en el Congreso la Ley de Prevención de la Usurpación de Poder y Privilegios por Sedición de Territorios Extralegales, conocida como Ley PUPPETS, por sus siglas en inglés, o Ley Títeres.
La misma sancionaría a cualquier persona que ayude a establecer gobiernos títeres en Ucrania. Específicamente, la medida designaría a la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, así como a cualquier entidad que afirme ser el gobierno de cualquier otra región de Ucrania que no sea el elegido en los comicios nacionales y locales más recientes de ese país.
Esto bloquea la propiedad y prohíbe las transacciones con estas entidades y sus miembros, y los agrega a la Lista de Exclusión de Terroristas, que impide su entrada a los Estados Unidos.
Además, el proyecto de ley designaría a cualquier gobierno extranjero que reconozca a estas entidades o les brinde apoyo material como Patrocinadores Estatales del Terrorismo.
“El mundo se convertirá en un lugar muy aterrador si permitimos que matones como Putin invadan naciones soberanas sin consecuencias graves. Debemos ser claros e inflexibles en nuestro apoyo a la lucha del pueblo ucraniano contra un tirano despiadado, y eso comienza llamando a sus acciones por lo que son: un acto de terrorismo. Cualquier participante o partidario de este malvado esquema debe estar preparado para enfrentar las consecuencias”, dijo el senador Rubio en un comunicado.
“Putin no está librando su guerra de agresión solo. Aquellos que se unen a su terrorismo también deben sufrir sus consecuencias, personal y políticamente. La guerra de Rusia es una guerra de terror, y Estados Unidos no la tolerará ni excusará a sus cómplices”, expresó Kennedy.
Por su parte, Giménez dijo que “Las payasadas de Putin de fomentar la inestabilidad política a través de milicias delegadas y gobiernos títeres es terrorismo de libro de texto. Es hora de que Estados Unidos impida que los grupos separatistas compinches de Putin socaven la soberanía de Ucrania y deslegitimen al pueblo ucraniano”.
Donetsk y Lugansk son dos regiones situadas en la zona oeste de Ucrania que se autoproclamaron estados independientes y fueron reconocidas como tal, el pasado 21 de febrero, por el presidente ruso, Vladimir Putin.