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Alberto Müller / Alpargatas para los militares


Al menos, a la hora de pisotear y agredir a sus pueblos, lo harían con menos durezas, pues la alpargata usa tejidos más suaves que los tacones duros y oscuros de la bota militar.

Si los militares de todo el mundo usaran alpargatas, los regímenes de fuerza como los de Kim Jon-il (Corea del Norte) y Raúl Castro (Cuba), por mencionar sólo dos entre otros, serían menos arrogantes y opresivos.

Al menos, a la hora de pisotear y agredir a sus pueblos, lo harían con menos durezas, pues la alpargata usa tejidos más suaves que los tacones duros y oscuros de la bota militar.

¡ Ah ¡ y las naciones democráticas, muchas de ellas con ejércitos innecesarios, se ahorrarían millones de dólares que podrían dedicar a la erradicación de la pobreza y al desarrollo de la educación, pues mientras un par de alpargatas tradicionales tiene un costo de céntimos, un par de botas militares cuesta un puñado inflado de decenas de dólares.

Por lo tanto, no sería mala idea proponer ante el Foro de Calzados en Naciones Unidas, sustituir las botas militares por alpargatas y proclamar el Ciclo de la Alpargata para estos inicios del Siglo XXI.

La alpargata es un tipo de zapato de lona con suela de cáñamo, que se ajusta con hilos del mismo material. Su origen hay que ubicarlo en toda la zona montañosa de los Pirineos, en donde España y Francia se abrazan en la frontera.

Existe un documento catalán del año 1322 que da cuenta de que en toda Cataluña la alpargata era el calzado preferido del pueblo.

También en varios países de América Latina se conoce la alpargata como un calzado popular de las áreas campesinas y de los barrios obreros.

La ALPARGATA históricamente ha sido un calzado de gente humilde, al menos hasta que fue descubierta recientemente por los grandes diseñadores de la moda.

En La Habana del siglo pasado, el carbonero, el pregonero de las frutas y hasta el farolero que encendía y apagaba los faroles del barrio, calzaban alpargatas.

Sin embargo y con el paso del tiempo, la alpargata ha ido tomando visos de mayor categoría y aunque se ha mantenido como un calzado de los de abajo, también va convirtiéndose en una zapatilla de lujo fundamentalmente femenina.

Eso nos obliga a dividir la historia de la alpargata en dos etapas históricas perfectamente diferenciadas:

La primera y original fue la alpargata humilde de los pobres campesinos de Cataluña, que se extendió por toda Europa y América Latina.

Y la segunda es la alpargata coqueta con lazos, tacón y algunas joyas insertadas, que popularizara en Hollywood a finales del siglo XX la inolvidable actriz Marilyn Monroe.

La elaboración de alpargatas se ha ido sofisticando y en la actualidad es frecuente que la suela de cáñamo del calzado, esté reforzada para protegerla de la humedad y del polvo, por una capa de caucho y hasta por una suela más resistente de piel.

Por lo tanto ha llegado la hora de dar vivas por el ciclo existencial de la Alpargata y exigir entonces con firmeza, que también sea el calzado de los militares que engrosan los ejércitos de los regímenes de fuerza.

Así al menos, los pueblos van a recibir los embates de los zarpazos de la opresión, con menos dureza y sabor a cáñamo.

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