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Droga fuerte en La Habana


Piedra de cocaína: el "coquito" se vende en las calles de La Habana entre 12 y 15 cuc. El efecto dura poco (Cubanet).
Piedra de cocaína: el "coquito" se vende en las calles de La Habana entre 12 y 15 cuc. El efecto dura poco (Cubanet).

La prensa oficial llama "incipiente" al mercado de los estupefacientes en Cuba. Pero pese a los arrestos y ocupaciones, la cadena tráfico-expendio-consumo se regenera... y crece.

Josvany, alias "Calabaza", se levanta al mediodía y deambula por la calle en busca de 10 cuc para consumir la primera¨"piedra" del día. Mezcla de bicarbonato con cocaína, cuyo efecto dura pocos minutos y provoca desesperación por volver a consumirla. Su día termina al amanecer, cansado de consumir drogas o de buscar el dinero para comprarla al precio que imponen los traficantes.

"Calabaza" considera que en la actualidad los precios son altos porque hay escasez de drogas en la calle."Estamos cortos de droga, a veces se pierde, a veces aparece y cuando aparece hay que estar atrás de ella porque no coges tu "coquito", explica.

¿Quién controla el mercado de las drogas?

El "pito" de marihuana se cotiza en las calles habaneras entre 2 y 3 CUC (50 a 75 pesos monerda nacional).
El "pito" de marihuana se cotiza en las calles habaneras entre 2 y 3 CUC (50 a 75 pesos monerda nacional).

En el 2003, la operación de la policía Coraza Popular encarceló a la mayoría de los traficantes de drogas del país. La medida disminuyó de forma drástica el mercado interno. Un año después resurgió con los precios duplicados, hasta acercarse al apogeo que tenía antes del operativo policial. Con el nuevo auge, los precios de las drogas descendieron de 50 cuc el gramo de cocaína (1.250 pesos) , a 45 cuc, y 37 por cantidades.

Los consumidores y traficantes marcan el fin de este auge de las drogas en la isla con la celebración en el 2013 en La Habana de la Cumbre de la CELAC.

Rafael es el seudónimo que protege la identidad de uno de los adictos que ofreció su colaboración para este trabajo. Él nos asegura que "la droga desapareció por completo de las calles", durante la mencionada reunión de los presidentes latinoamericanos. "Unos meses después que se acabó la Cumbre fue que apareció (la droga) en pequeñas cantidades por vendedores", añade.

La reaparición de la droga duplicó los precios, mantenidos hasta la actualidad. "La venta de cocaína en las calles llegó a 100 cuc (2.500 pesos) el gramo", recuerda.

Hasta la fecha, los consumidores no se conforman con los nuevos precios. De un gramo de cocaína se producen unas 15 piedras, que se venden entre 10 y 12 cuc cada una.

Otro de los consumidores entrevistados que solicitó identificarse por su apodo, "El Yuyo", de 25 años de edad, prefiere la marihuana que consume desde la adolescencia, porque es más barata. El precio de la onza de marihuana criolla (cultivada en la isla) oscila en la actualidad entre los 120 y 150 cuc cuando escasea. La Yuma (importada) inicia su precio en los 320 cuc pero alcanza los 400 cuc (10.000 pesos) por la carencia en las calles.

El costo de un cigarro de marihuana varía poco, 3 cuc (75 pesos) el criollo y 5 (120 pesos) si es de la Yuma. Rafael afirma que "el miedo a engancharse con la piedra", hace que muchos de los adictos consuman lo que ahora se llama 5 con 10, o primo. La mezcla de la piedra hecha polvo dentro del cigarro de marihuana. "Dura menos el efecto de la piedra pero alarga el de la marihuana", confiesa.

Traficantes y vendedores

Un exvendedor de drogas del barrio habanero de Cayo Hueso que se negó a identificarse por temor a represalias nos guío a donde es común que se venda la droga, uno de los tantos solares de la capital. Una silla en la entrada es ocupada por el centinela. Al llegar al centro de la cuartería, da la impresión de estar en un laberinto por el que se escapa la droga en caso de operativo policial.

Solar habanero
Solar habanero

Una reja de hierro asegurando la puerta de un humilde cuarto puede ser la señal del lugar de la venta. Es una regla de seguridad para no ser asaltados en la madrugada. El lugar lo conocen todos, pero no es fácil de descubrir cuando eres un extraño o tienes ¨bola de chiva¨ en el barrio.

"Eso no es así de que vas y te venden", explica nuestro guía. "Ellos (los vendedores) conocen a las personas que llevan tiempo consumiéndole… Ahora yo voy con Maikel y ellos me dicen, 'mi hermano no te pongas bravo, no hay na´. Sí hay, pero como ando con Maikel, no me lo venden", agrega.

Según el testimonio del exvendedor, cuando salen a la calle guardan unas veinte piedras en un plástico que se introduce en la boca y que se tragan en caso de peligro. ¨A veces la tiran en la calle, en una ventana o un papel en el piso, eso se deja a la imaginación¨, advierte

"Tu no conoces a los traficantes… No es lo mismo que el vendedor. Los traficantes dejan la droga y se van", asegura el exvendedor, quien tiene a la mayoría de los hombres de su familia presos por tráfico de drogas. Afirma que en la actualidad los que más se conocen como traficantes en el barrio de Colón, son los "santiagueros". "Ellos tienen mucho conecto con el campo, que es de donde viene la cosa", apunta.

Una fuente oficial que no identificamos para no perjudicar su posición laboral, aseguró que el consumo de drogas en la capital va en crecimiento. Añadió que los barrios señalados como más críticos en Centro Habana son el Consejo Popular Colón, con un 35 por ciento de consumidores, y el colindante Dragones, con un 27 por ciento.

La regeneración perenne

En el 2003 Cuba aparecía señalada por un organismo especializado de Naciones Unidas como el punto del Caribe de mayor tráfico de cocaína y marihuana. Un informe del Ministerio del Interior del 2008 anuncio la disminución de las ocupaciones de drogas en Cuba y las actividades de narcotráfico en las rutas próximas a la isla.

El mismo reporte de la Dirección Nacional Antidrogas reconoció que en los últimos años la mayor afectación del mercado interno estuvo dada por marihuana cultivada en la isla (criolla). Lo que indica que los traficantes internos están dispuestos a cubrir las demandas del mercado.

El cultivo de marihuana en interiores parece haber llegado a Cuba.
El cultivo de marihuana en interiores parece haber llegado a Cuba.

La proliferación del cultivo ilícito de marihuana en la isla impulsó la promulgación del Decreto 313, relativo a las confiscaciones de bienes y propiedades vinculados al tráfico de drogas. Aspecto que motivo la inspección de 16.038 terrenos privados y estatales.

La fuente oficial que colaboró con este trabajo declaró que, "todos los sábados se realizan reuniones municipales entre la policía, el gobierno y las organizaciones de masas, donde se analiza el problema de la droga. Hasta el momento las soluciones se basan en las acciones policiales de ocupación y arresto", agregó.

En el intento por minimizar el problema, la prensa oficial llama "incipiente¨ el mercado de expendio y consumo de drogas en el país. La realidad describe que los traficantes de drogas tienen la suficiente experiencia y determinación para regenerarse y crecer".

(Publicado originalmente en Cubanet el 09/17/2014)

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