Agentes inmobiliarios cubanos prosperan “a puro instinto”

Portales inmobiliarios cubanos más populares

Nada le cayó del cielo. “Hasta por la madrugada atiendo clientes,” revela la habanera que tiene siempre el teléfono celular a mano. Cuando no está hablando con potenciales compradores, anda por las calles en busca de nuevas propiedades en venta.

Mara fue de las primeras en aventurarse en el negocio de bienes raíces en Cuba. De ser una empleada doméstica en un hostal de poca monta, hoy se desempeña con éxito dentro una profesión que después de una larga prohibición, renace como actividad cuentapropista bajo el espíritu emprendedor del “ganaré”.

En los dos años y medio transcurridos desde que se autorizó la compraventa de casas, ha logrado hacerse de un carro y una vivienda propios con sus ganancias obtenidas legalmente, el sueño de cualquier cubano.

Nada le cayó del cielo. “Hasta por la madrugada atiendo clientes,” revela la habanera que tiene siempre el teléfono celular a mano. Cuando no está hablando con potenciales compradores, anda por las calles en busca de nuevas propiedades en venta.

¿Quiénes fijan los precios?

Hay para todos los bolsillos. Vedado, Miramar y Habana Vieja son las zonas más caras, Santo Suarez, San Miguel y La Víbora cuestan menos. La Habana Vieja, antes desdeñada, es hoy la zona de la capital por la que mayor número de potenciales compradores muestra creciente interés.

Además del criterio que el arquitecto de la comunidad establece en la propiedad de la vivienda, los precios se fijan de acuerdo con la oferta y la demanda.

Cuando algún vendedor solicita sus servicios, lo primero es visitar la casa para evaluar sus condiciones, tomar fotos, evaluar el precio de venta y acordar su comisión. Los gestores de bienes raíces en Cuba ganan del 5 al 10 % del precio total de la propiedad, una cifra que es directamente acordada con el vendedor.

Bienes raíces en la red

Una rápida búsqueda en red de redes despliega una lista de sitios digitales dedicados a la promoción de venta, compra y alquiles de casa en la isla. Algunos son administrados desde fuera y completamente gratuitos; otros desde dentro y requieren del pago de una mensualidad para anunciarse en ellos.

Los sitios mejores posicionados son Revolico, Cubísima, Point2Cuba, Detrás de la Fachada e InmoCuba. Además de la información de los vendedores, que pueden ser propietarios o agentes, se muestran fotografías y detalles de las casas en venta.

En el caso de Cubísima, cuyas oficinas se ubican en la habanera Avenida 23, los agentes pagan 27 dólares mensuales para publicitar allí sus casas. Un equipo de informáticos se encarga de introducir y actualizar su información.

A pesar de la poca conectividad en la isla, estos sitios se hacen conocidos en el mundillo de los bienes raíces de voz en voz. Alexis Aguilar, uno de los administradores de Detrás de la Fachada, desde España, explica que la información valiosa, con la opción de descargarse en formato PDF, ha inclinado el péndulo de las búsquedas a su favor.

Your browser doesn’t support HTML5

1800 Online con Vimokkh Dipa

Algunos espacios digitales, como InmoCuba, ofrecen incluso servicio de promoción gratuito a agencias inmobiliarias a lo largo de toda la isla. Solo deben llenar un formulario con los datos de la agencia, y luego de un chequeo de orden, son publicados.

Técnicas de compraventa: “a puro instinto”

El gestor de compraventas siempre corre el riesgo de que los clientes le excluyan del negocio. La ley es muy clara en este sentido: “No se permite que exista un tercero, es una facultad de dos personas,” advierte la abogada Yoandra.

Una de las estrategias para prevenir "quedarse fuera" es mostrar fotografías de las propiedades que más se ajusten a las demandas del comprador. Mara prefiere mostrar fotos y si el cliente le asegura su interés, visitan juntos las casas.

El próximo paso para muchos gestores de bienes raíces podría ser la obtención de la licencia de contratista. Esta patente permite ofrecer servicios de trabajos integrales de la construcción a propietarios interesados en reparar o remodelar sus viviendas. No faltará, entonces, quien decida comprar la vivienda, repararla y venderla a un precio superior.