En agosto de 1992, mientras el ex dictador comunista Erich Honecker era sometido a juicio en Berlín, su esposa Margot aterrizaba en Chile en un vuelo de Aeroflot, para instalarse a vivir en una comunidad de Castillo Velasco.
El diario chileno El Mercurio publica que seis meses después llegaría su marido, con quien alcanzó a vivir hasta la muerte de este, en 1994, de cáncer del hígado.
A sus 87 años y con un caminar lento, a la ex primera dama comunista se le ve salir de casa solo cuando necesita comprar en la panadería o ir al supermercado, ubicados a metros de su condominio.
Margot Honecker, tuvo con el ex dictador germano a su hija Sonja, un vínculo clave con nuestro país: en 1989, cuando cayó el Muro, ella estaba casada con el chileno Leonardo Yáñez.
La Honecker, como buena comunista, vive en una casa de dos pisos valorada en $110 millones, junto a su nieto Roberto Yáñez (39), quien, además de fumar, se dedica a la pintura y la poesía.
Hace tres años, Honecker redujo al mínimo sus visitas a ese local, desde que un hombre le gritó en la vía "asesina" y "acá te alimentamos gratis", mientras ella miraba el suelo ante la vista incómoda de las vendedoras.
El último encuentro internacional al que asistió fue a una conmemoración de la revolución sandinista, en Nicaragua, donde, puño en alto, fue condecorada por el presidente Daniel Ortega.
La última vez que la viuda del ex jerarca alemán viajó a Cuba fue en mayo de 2011, ocasión en la que fue invitada por el dictador Fidel Castro.
Antes, desde su llegada a Chile, acostumbraba a viajar cada año a la isla para someterse durante un mes a un riguroso chequeo médico. De su salud ahora se encarga el doctor Puccio, también médico de la Presidencia y quien atendió a Erich Honecker en Chile.