Viuda de Tirofijo en equipo negociador de las FARC

Imagen de archivo de marzo de 2001 de Manuel Marulanda, alias Tirofijo.

Típica comunista con poder, Sandra era la envidia de las demás guerrilleras, pues dormía con todos los lujos, conducía todoterrenos y tenía una cámara digital.

Sandra Ramírez, la viuda de Tirofijo, era además de la mujer la fotógrafa particular del secretariado de las FARC, y a ella los periodistas la veían llevándole la comida al comandante y lavándole los pies con una devoción de santa, escribe hoy el diario español ABC.


Verla tan sumisa en la selva fue lo que más impactó en ella. Y también que era muy joven para andar con un hombre que le triplicaba la edad y que no hablaba ni confiaba en nadie. No parecía una mujer común y corriente.


Por eso cuando hace unas semanas apareció en la mesa de negociaciones desde Cuba y firmó como Sandra García el documento conocido como acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, entre el Gobierno y las FARC, Sandra volvió a las primeras páginas, asegura el diario.

El portal de internet kien&ke recordó que fue la compañera de «Tirofijo» durante más de 28 años. Cuando él la conoció, ella era una joven campesina. Sólo hasta 1984 apareció públicamente durante el diálogo de paz con el Gobierno de Belisario Betancur que derivaron en la firma de tregua y alto el fuego que se conoció como el Acuerdo de La Uribe.

En los anteriores diálogos (1999-2002), Sandra Ramírez estuvo siempre al lado de Marulanda. Era la envidia de las demás rebeldes pues ella dormía en habitaciones con todos los lujos, manejaba jeeps 4x4, tenía una cámara digital Canon último modelo en la que guardó todo el archivo gráfico de ese entonces.

Quien estuviera al lado de Sandra tenía mejor vida en la selva. Ella fue testigo del encuentro de «Tirofijo» con el entonces presidente Andrés Pastrana (1998-2002) cuando firmaron un documento en el que se comprometían a negociar.

Sandra estuvo en todas las entrevistas y encuentros con la prensa y las delegaciones extranjeras durante los tres años que duraron las negociaciones del gobierno con las FARC. Ella tiene todo ese archivo gráfico.

Ahora está irreconocible. Delgada, con muchos años encima, otra cara, sin risa, sin su cámara de fotos colgada al cuello. Según un reportaje publicado por el diario colombiano «El Espectador», «Alfonso Cano», jefe máximo de las FARC muerto en 2011, le ordenó a Jesús Emilio Carvajalino, alias «Andrés Paris», y Ricardo Téllez, alias «Rodrigo Granda», que llevaran junto con Sandra los contactos con el Gobierno, concluye ABC.