Bajo el lema "Made in America" Trump apuesta por impulsar la producción nacional

El presidente Donald Trump se prueba un sombrero de vaquero Stetson, mientras participa en la presentación de productos "Made in America" en la Casa Blanca, en Washington (Estados Unidos).

“Ya no vamos a permitir que otras naciones rompan las reglas, roben nuestros empleos y drenen nuestra riqueza”, afirmó el mandatario durante un evento en la Casa Blanca.

Bajo el lema "Made in America" el presidente, Donald Trump, apuesta por impulsar la producción y de volver a ser un país de manufacturas y fabricación, al subrayar que no permitirá que otras naciones roben empleos estadounidenses y continúen con prácticas comerciales injustas.

Trump prometió impulsar el sector manufacturero de Estados Unidos mediante una disminución del déficit comercial con México, que alcanza 64 000 millones de dólares.


“Ya no vamos a permitir que otras naciones rompan las reglas, roben nuestros empleos y drenen nuestra riqueza”, afirmó el mandatario durante un evento en la Casa Blanca en la que exhibió productos fabricados en los 50 estados del país, desde un camión de bomberos hasta un bate de béisbol.

Equipos estadounidenses como prioridad.

"Todos los miembros de mi gobierno comparten el mismo objetivo, el de que los trabajadores y las industrias estadounidenses compitan en igualdad de condiciones", declaró Trump en un acto en la Casa Blanca con el que inauguró una semana dedicada a promover los productos "Made in America".

Antes de su breve discurso, Trump se probó un sombrero de vaquero Stetson y recorrió varios de los salones de la Casa Blanca convertidos hoy en una exhibición de productos de los 50 estados de EE.UU., desde palos de golf fabricados en Arizona a bisagras de puerta de Misuri y cerveza de Rhode Island.

Además, junto a su vicepresidente, Mike Pence, Trump paseó por los jardines de la residencia presidencial para contemplar un yate hecho en Maine, una excavadora de Oklahoma y un camión de bomberos de Wisconsin.

Trump enfatizó que los "trabajadores, agricultores e innovadores" de EE.UU. "son los mejores del mundo" y que su gobierno está comprometido con volver a ser "una nación de fabricación".

"Estados Unidos será lo primero de nuevo", prometió el presidente al denunciar que el "libre comercio" promovido por anteriores mandatarios ha sido realmente un "comercio estúpido" que ha permitido a otros países llevar a cabo prácticas "injustas".

Made in America.

Dentro de la semana "Made in America", el miércoles Trump prevé emitir una proclamación sobre la importancia de fomentar la producción nacional, de acuerdo con lo adelantado por la directora de asuntos de prensa de la Casa Blanca, Helen Aguirre Ferré.

Poco después de las declaraciones de Trump, la oficina del representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, difundió un informe de 18 páginas con sus objetivos para la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México, el cual entró en vigor en 1994.

Además de reducir el déficit comercial, el Gobierno de Trump quiere incluir en el acuerdo un capítulo sobre economía digital, fortalecer las obligaciones en materia ambiental y laboral, y enmendar las reglas de origen para que un volumen mayor del intercambio sea de productos de Estados Unidos y América del Norte.

La Casa Blanca puso el énfasis en el comercio después de que otros temas planteados durante semanas, como la energía, capacitación laboral e infraestructura, no suscitaran mucho interés debido a que la atención se ha centrado en las pesquisas relacionadas con Rusia.

Los nuevos objetivos del TLCAN, un requisito para comenzar las negociaciones sobre la actualización del acuerdo en los próximos 30 días, contienen los primeros puntos específicos del Gobierno de Trump.

Los partidarios del TLCAN afirman que el tratado permitió a las compañías vender a mejores precios sus productos, desde vehículos hasta aspiradoras, en beneficio de muchos consumidores estadounidenses.

El presidente señaló que solo busca la igualdad de condiciones para las compañías y los trabajadores estadounidenses, aunque “si esas condiciones se inclinan un poco hacia nosotros, yo también las aceptaría”.

Trump ha dicho que los déficits comerciales son un obstáculo para la economía estadounidense porque envían dinero al exterior. Pero el balance negativo del país disminuyó de 762.000 millones de dólares en 2006 a 505.000 millones en 2016, debido principalmente a que los estadounidenses redujeron su consumo durante la Gran Recesión.

El gobierno de Trump examina múltiples casos de comercio sobre productos particulares y sopesa la imposición de aranceles y cuotas al acero extranjero con la expectativa de reducir la producción en China, aun cuando ese país representa una fracción de las importaciones siderúrgicas estadounidenses.

El Gobierno de México dijo en un comunicado que los objetivos del Gobierno de Estados Unidos sobre el TLCAN darán mayor claridad a las negociaciones.

Chrystia Freeland, la ministra canadiense de relaciones exteriores, aseguró que “el TLCAN sustenta millones de empleos de la clase media” en América del Norte, y que Canadá recibe con agrado la oportunidad de integrar “propuestas progresistas, amplias y justas” al pacto.

A pesar del informe, no queda perfectamente claro cómo Trump renegociará el TLCAN para reducir los déficits comerciales de Estados Unidos, dijo Phil Levy, miembro prominente del Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales y profesor de negocios en la Universidad Northwestern.

“No hay detalles”, señaló Levy. “No hay nada ahí para que uno pudiera decir ‘así es como eliminaremos el déficit comercial’”.

Cuando el TLCAN entró en vigor en 1994, Estados Unidos tenía un pequeño superávit comercial con México y un pequeño déficit con Canadá. Pero los déficits comerciales estadounidenses aumentaron después.

En 2016, Estados Unidos tuvo un saldo comercial negativo con México de 64.000 millones de dólares, y con Canadá, de casi 11.000 millones. Ninguno de esos déficits se aproxima a sus niveles históricos. Estados Unidos tuvo su mayor déficit comercial con Canadá en 2008 y con México en 2007, cuando alcanzó casi 75.000 millones de dólares.

[Redactado por Armando de Armas]