"No trabajo para Seguridad del Estado", asegura cubano que planeó ataque terrorista en Bogotá

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Detiene Colombia a cubano que preparaba ataque islamista contra estadounidenses

La revista Semana dice que las autoridades colombianas se inclinan a creer que Raúl Gutiérrez Sánchez es alguien con problemas mentales manipulado por una organización terrorista. Pero Gutiérrez ha entrado tres veces ilegalmente a Colombia y los chats traslucen un pensamiento articulado, ágil y relativamente bien informado.

La revista colombiana Semana ofreció nuevos detalles sobre el rastreo y captura en Colombia del cubano Raúl Gutiérrez Sánchez, detenido esta semana en Pereira, departamento de Risaralda, ante el peligro de que pusiera una bomba en un bar-restaurante de la Zona Rosa de Bogotá frecuentado por estadounidenses.

Las autoridades colombianas cursaron una alerta de seguridad nacional después de que su Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN) fuera contactada semanas atrás por la Guardia Civil española y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de EE.UU. para que les ayudaran aubicar y seguir a Gutiérrez.

“Con el apoyo de dos de los equipos de inteligencia más importantes del mundo, los analistas del centro cibernético de la DIJIN comenzaron los primeros rastreos”, precisa el semanario. “Una vez lo localizaron, varios agentes encubiertos comenzaron a realizar los seguimientos al cubano. Gracias a esas labores los policías descubrieron que tenía contacto permanente con personas vinculadas a organizaciones terroristas internacionales”.

El atentado estaba pensado para el martes 13 de marzo, por lo que las autoridades adelantaron el operativo de detención.

Al momento de ser capturado, a Gutiérrez Sánchez le incautaron un teléfono celular en el que guardaba chats con por lo menos dos personas, que están bajo sospecha: un español y un ciudadano marroquí, que tendrían contactos con terroristas en el Reino Unido.

En uno de los mensajes recuperados por las autoridades, el interlocutor le da instrucciones al cubano para que cuando ejecute el ataque lo haga en nombre de Estado Islámico. No obstante, Semana señala que las conversaciones "no dan cuenta de un procedimiento sofisticado de preparación de un ataque terrorista como lo haría ISIS", lo cual inclina a los investigadores a pensar en una persona "con problemas mentales, que podría estar siendo instrumentalizado por una organización terrorista de la peligrosidad de ISIS".

Sin embargo, esta supuesta persona desequilibrada ha conseguido ingresar tres veces ilegalmente a Colombia. La autoridad de control migratorio y extranjería de ese país lo había deportado en 2015 y luego lo expulsó del país con carácter inmediato en 2017. Los documentos de Migración Colombia indican que Gutiérrez Sánchez estaba vetado por ocho 8 años para pisar suelo colombiano.

Además, su pensamiento, aunque alardea de un odio visceral a Estados Unidos, es expresado en forma articulada y relativamente bien informada: En una de las conversaciones con un español de nombre Francisco Quintana, el cubano le explica su intención de atacar a diplomáticos estadounidenses durante su tiempo libre: “Tengo toda la inteligencia hecha a un restaurante de perros gringos que trabajan en la embajada (…) La lucha debe ser global, no solo en Occidente. Aquí andan más desprevenidos”.

Restaurantes y boutiques en el Parque de la 93, centro neurálgico de la Zona Rosa de Bogotá

En diálogo con otro interlocutor, Maquin Muharad, menciona la posibilidad de infiltrarse en Estados Unidos para un ataque:

Raúl Gutiérrez: Quiero atacar, mano, necesito esto.

Makin Muharad : Pero ¿en USA? no te dejan entrar.

Raúl Gutiérrez: Yo entro con otra nacionalidad. Ahí es donde más quiero atacar. Me compro un nacional colombiano con pasaporte y todo, voy a México y de ahí cruzo.

En otra conversación dice tener en su poder dinamita y C4 (un explosivo de alto poder y grado militar difícil de conseguir), y pide instrucciones para armar algo con ese material. Las instrucciones que recibe conducen a la confección de una bomba rústica como la usada en el atentado contra el maratón de Boston en abril de 2013:

"Lo mejor que podemos hacer no es un collar bomba, es una mochila para hacer más daño. Consigue una olla grande que quepa en la mochila. Los materiales son: mochila, pólvora, tornillos, tuercas", le responde uno de los hombres. Le dice que llene la olla con tornillos, tuercas y el explosivo. En la parte exterior, debe pegar con cinta los tornillos. En caso de no tener dinamita -dice el mensaje- debe juntar nitrato de potasio, azufre y carbón.

En otro chat con un musulmán residente en España, Sair Siat, Gutiérrez usa el venezolanismo “pana”, y responde con agilidad a una duda de carácter doctrinal:

Sair Siat: El de la foto del perfil de Telegram ¿eres tú?

Raúl Gutiérrez: Sí pana, es real, no tengo miedo

Sair Siat : Explícame cómo apareces con una cadena al cuello, con una cruz cristiana

Raúl Gutiérrez: Eso lo boté hace rato, era el regalo de una novia

Semana precisa que los chats están fechados todos en el último mes, y el hombre manifiesta abiertamente su solidaridad con los musulmanes, por quienes asegura estar dispuesto a darlo todo: "Vengaré a mis hermanos con la ayuda de ustedes o sin ella, Alá está conmigo”, dice.

En un video incluido en un tweet del periodista de Caracol Radio César Flechas (@CesarFlechas), el cubano responde preguntas de la prensa mientras esconducido. "La semilla está sembrada", dice, pero niega saber qué son el yihadismo y Estado Islámico; blasona que ha entrado a Colombia "las veces que sean necesarias", y subraya que odia a los americanos. Al preguntársele si tiene vínculos con el gobierno cubano responde: "Yo no trabajo para la Seguridad del Estado".

Según la Liga Islámica, en Cuba hay de 2.000 a 3.000 musulmanes residentes en el país, de los cuales unos 1.500 son cubanos.

(Con información de la revista Semana. Reseñado por Rolando Cartaya)