Kerry dijo que el mundo necesita cambiar los cálculos del presidente sirio Bashar Assad.
El gobierno del presidente Barack Obama apoyó este lunes los planes de Francia y Gran Bretaña de armar a los rebeldes sirios, afirmando que no se interpondrá en el camino de ningún país que busque equilibrar la batalla contra el régimen socialista de Assad, apoyado por Rusia, Irán y Jezbolá.
El secretario de Estado John Kerry dijo que mientras más se prolongue la guerra civil en Siria, que comenzó hace dos años, mayor es el peligro de que sus instituciones colapsen y los extremistas tomen el control del vasto arsenal de armas químicas del país árabe.
En momentos en que hay 450,000 refugiados sirios viviendo en países vecinos, dijo, el conflicto se está convirtiendo en una "catástrofe global".
Kerry dijo que el mundo necesita cambiar los cálculos del presidente sirio Bashar Assad.
"Si cree que puede vencer militarmente, los sirios y la región tienen un problema, y el mundo también", dijo Kerry a los reporteros después de una reunión con el canciller australiano, Bob Carr.
Kerry agregó que Estados Unidos desea dejar la puerta abierta a una solución política. Pero sobre los rebeldes sirios, añadió: "Estados Unidos no se opondrá a ningún otro país que tome la decisión de suministrar armas, ya sea Francia, Gran Bretaña u otros".
Los comentarios ocurren después que la semana pasada el presidente de Francia, Francois Hollande, dijo que su país y Gran Bretaña estaban presionando para que la Unión Europea levante su embargo de armas a Siria lo antes posible para que puedan enviar armas a los combatientes rebeldes.
Los dos países tratan de enviar asistencia militar a os rebeldes para finales de mayo o antes, si es posible. Pero Alemania y otras naciones de la Unión Europea se mantienen escépticas sobre el envío de armas, señalando el riesgo de un aumento aún mayor de la violencia en una región volátil.
El secretario de Estado John Kerry dijo que mientras más se prolongue la guerra civil en Siria, que comenzó hace dos años, mayor es el peligro de que sus instituciones colapsen y los extremistas tomen el control del vasto arsenal de armas químicas del país árabe.
En momentos en que hay 450,000 refugiados sirios viviendo en países vecinos, dijo, el conflicto se está convirtiendo en una "catástrofe global".
Kerry dijo que el mundo necesita cambiar los cálculos del presidente sirio Bashar Assad.
"Si cree que puede vencer militarmente, los sirios y la región tienen un problema, y el mundo también", dijo Kerry a los reporteros después de una reunión con el canciller australiano, Bob Carr.
Kerry agregó que Estados Unidos desea dejar la puerta abierta a una solución política. Pero sobre los rebeldes sirios, añadió: "Estados Unidos no se opondrá a ningún otro país que tome la decisión de suministrar armas, ya sea Francia, Gran Bretaña u otros".
Los comentarios ocurren después que la semana pasada el presidente de Francia, Francois Hollande, dijo que su país y Gran Bretaña estaban presionando para que la Unión Europea levante su embargo de armas a Siria lo antes posible para que puedan enviar armas a los combatientes rebeldes.
Los dos países tratan de enviar asistencia militar a os rebeldes para finales de mayo o antes, si es posible. Pero Alemania y otras naciones de la Unión Europea se mantienen escépticas sobre el envío de armas, señalando el riesgo de un aumento aún mayor de la violencia en una región volátil.