Senado de EEUU aprueba el sábado en la noche la ley de gastos para el 2015

  • Agencias

Congreso de EE UU

La votación fue por 56 a favor y 40 en contra de la medida, la cual financia a casi todo el gobierno hasta el 30 de septiembre, año en que concluye el año fiscal.

El Congreso aprobó en la noche del sábado un proyecto de ley de gastos por 1,1 billones de dólares para que lo firme el presidente Barack Obama, luego de una jornada de intrigas en el Senado coronada por un desafío republicano fallido a las nuevas políticas del gobierno para regular la inmigración.

La votación fue por 56 a favor y 40 en contra de la medida, la cual financia a casi todo el gobierno hasta el 30 de septiembre, año en que concluye el año fiscal. Establece también una nueva ruta para los tambaleantes planes de pensiones que cubren a más de un millón de jubilados, incluida la posibilidad de recortes a las prestaciones.

El Senado aprobó el proyecto de ley en un día en que los demócratas lanzaron una iniciativa para confirmar a dos decenas de funcionarios que Obama nombró a puestos gubernamentales. Los legisladores buscaron lograrlo antes de que la mayoría del partido en la cámara alta expire al concluir el año.

Diversos republicanos responsabilizaron al senador de Texas, Ted Cruz, que tiene el apoyo del movimiento ultraconservador Tea Party, de haber propiciado la oportunidad que necesitaba y que la mayoría demócrata saliente aprovechó.

La iniciativa presupuestaria enfrentó la oposición de los liberales demócratas, molestos por la revocación de una norma que regula a los bancos, así como de los conservadores republicanos, insatisfechos de que no incluyera trabas a las medidas del presidente para regular la inmigración. La situación de los inmigrantes fue el tema que Cruz aprovechó el viernes en la noche en su intento por impugnar la iniciativa.

Esta coyuntura propició un acuerdo bipartidista informal para darle al Senado el fin de semana libre y aplazar la votación definitiva de la ley hasta principios de la próxima semana.

A su vez, eso provocó que Harry Reid convocara una sesión de trabajo de todo el día dedicada casi exclusivamente a la confirmación de nueve nombramientos para puestos judiciales y de otro número desconocido para dirigir agencias gubernamentales.