Bueno, hay que quitarse el sombrero ante Scott Boras, al fin encontró un caballo blanco para que cargara con el próximo incosteable contrato y que quisiera pulir su ego por haber firmado el "contrato más grande del béisbol". El nuevo Paganini de la pelota de Grandes Ligas es John Middleton, el dueño de los Phillies de Philadelphia.
De los "megacontratos" que se han firmado hasta ahora, unos no han dado el resultado esperado y otros han sido ya un fracaso deportivo y financiero.
Antes del contrato de este año a Manny Machado, el más reciente es el de Giancarlo Stanton con los Marlins de Jeffrey Loria por 13 años y $325 millones firmado en el 2014 y heredado por los Yankees con algún descuento. Ese no se sabe cómo irá a resultar al final, pero ya está aflorando el desencanto de los que tienen que pagar.
Los otros de esa índole han sido el firmado por Tom Hicks y los Rangers con Alex Rodríguez por 10 años y $252 millones en 2000. Hank Steinbrenner le extendió el contrato a Rodríguez por 10 años y $275 millones en 2007, el dueño de los Tigres de Detroit Mike Ilitch con Prince Fielder por 9 años y $214 millones en 2012, Ilitch después le extendió el contrato a Miguel Cabrera por 10 años y $292 millones en 2014, Arte Moreno, dueño de los Angelinos firmó al descartado de los Cardenales, Albert Pujols por 10 años y $254 millones en 2011.
No hace falta enumerar el resultado actual o final de esos contratos para saber cuál ha sido el común denominador entre ellos. Pero hay una cosa que sí está clara, todos esos jugadores si eran estrellas y algunos de ellos entrarán directo al Salón de la Fama.
Es admirable como Boras mantuvo el interés y apetito de Middleton vivo mientras proclamaba misteriosamente que había varias ofertas sobre la mesa pero que él perseguía el contrato que su pupilo merecía que era por más de $400 millones. De hecho, Boras está hablando de los $400 millones para Harper desde que éste comenzó en Grandes Ligas.
Sin embargo, ahora que los equipos están revelando lo que realmente había sobre la mesa vemos que no había nada parecido en dinero, tiempo y condiciones a lo que los Phillies acordaron y que Middleton en realidad estaba compitiendo consigo mismo. Boras usaba el antiguo truco de la bola escondida al no revelar que la de Middleton era en realidad la única mano que tenía para jugar.
El equipo preferido por Harper eran los Dodgers pero estos no estaban dispuestos a ir más allá de 5 años. Ahora Harper dice que Philadelphia fue siempre el equipo de su predilección y que por eso está ahí. En realidad, está ahí porque es la única organización que estuvo dispuesta a cargar con semejante ancla.
Ahora, otra pregunta: ¿Podrá Harper llevar a los Phillies a la Serie Mundial? Harper estuvo 7 años en Washington con los Nationals, en ese lapso su equipo fue 4 veces a la post temporada y fue eliminado las 4 veces en la primera ronda. En post temporada Harper bateó apenas por encima de 200. Dirán que con los Phillies no está solo y que tendrá una gran ayuda. Bueno, tampoco estaba solo en Washington y que este equipo de Philadelphia sea mejor que el de los Nacionals de Harper es discutible al menos.
Hemos estado hablando de la ofensiva de Harper. ¿Qué hay de la defensiva? Quizás pudiera llegar a mediocre en ese departamento.
Trece años son muchos años y se espera que Harper se mantenga saludable durante ese largo trayecto, pero hay que recordar que de los 6 años que ha jugado Harper en 4 de ellos jugó menos de 120 juegos en la temporada.
En este megacontrato hay solo dos ganadores a largo plazo. Uno juega pelota, Harper y el otro sabe jugar al duro pero sin pelota, Boras.