Los activos del gobierno ruso en Francia y en Bélgica fueron congelados a petición de los ex accionistas del grupo petrolero Yukos en el marco de un procedimiento de compensación por el cuestionado desmantelamiento de la empresa, y Rusia, irritada, descartó este jueves pagar cualquier indemnización.
"Las leyes francesas y belgas nos permiten congelar los activos que se pueden identificar como propiedad de la Federación de Rusia", declaró a la AFP Tim Osborne, director ejecutivo de la GML, holding que representa al ex accionista mayoritario de Yukos.
En total, en Francia, cuentas en unos cuarenta bancos fueron embargadas así como "ocho o nueve inmuebles", afirmó, y precisó que se trata de "activos gubernamentales y no diplomáticos". Según él, tales activos fueron congelados hace dos semanas, pero la información solo se "filtró" este jueves en Rusia. "Procedimientos siguen en curso en Gran Bretaña y en Estados Unidos y habrá otros en más países", añadió Tim Osborne, cuyo holding GML tiene su sede en Gibraltar.
Esta medida se desprende de la condena en julio de 2014 por la Corte permanente de arbitraje de La Haya al Estado ruso a pagar una indemnización de 50.000 millones de dólares (37.000 millones de euros) por orquestar el desmantelamiento de Yukos, ex número uno del petróleo en Rusia, por razones políticas.
Las cuentas de las embajadas rusas en Bruselas fueron congeladas, afirmó el jueves el ministerio ruso de Relaciones exteriores, que anunció que convocó al embajador de Bélgica en Moscú para protestar "enérgicamente" contra esta decisión.
El ministerio convocó "hoy al embajador de Bélgica en Rusia, Alex Van Meeuwen, para protestar enérgicamente contra el congelamiento de las cuentas de la embajada de Rusia en Bélgica, así como a los representaciones permanentes de Rusia ante la UE y de la OTAN en Bruselas", indicó, amenazando con aplicar "medidas similares" contra la misión diplomática belga.
Rusia considera este incidente "como un acto abiertamente hostil y una tosca violación de las normas del derecho internacional, y exige que la parte belga tome inmediatamente medidas para restablecer los derechos soberanos de la Federación de Rusia, vulnerados en Bélgica", según el comunicado.
"Llegado el caso, la parte rusa se verá obligada a examinar posibles medidas recíprocas sobre los bienes del Reino de Bélgica en Rusia, incluidos los de la embajada de Bélgica en Moscú", añadió el ministerio.
Según la agencia rusa Ria-Novosti, la congelación de las cuentas rusas en Bélgica se debería a que Moscú no respetó una decisión de la Corte Permanente de Arbitraje (CPA) de La Haya.
Yukos era el grupo petrolero del exoligarca Mijail Jodorkovski y fue desmantelado a principios de los años 2000, a raíz de un juicio por fraude fiscal. Yukos se vendió principalmente a la empresa pública rusa Rosneft, compañía de segunda fila en aquella época, que se ha convertido desde entonces en el mayor productor mundial entre las empresas que cotizan en bolsa. La portavoz de Jodorkovski, Olga Pispanen, dijo a la AFP que el exoligarca no tenía personalmente "nada que ver" con la congelación de las cuentas rusas en Bélgica.
En Bélgica, entre las cuentas rusas congeladas figuran en especial los de la embajada de Rusia y de las representaciones permanentes de Rusia ante la UE y de la OTAN en Bruselas, según el ministerio ruso de Relaciones exteriores.
Contactada por la AFP, la Corte permanente de arbitraje en La Haya rechazó hacer cualquier comentario. La congelación de cuentas rusas en Bélgica "no fue ninguna sorpresa para nosotros", indicó por su parte el consejero del Kremlin, Andrei Beloussov, citado por la agencia pública rusa de prensa Ria-Novosti, quien denunció "decisiones tomadas de manera ilegítima".
El ministro ruso de Economía, Alexei Oulioukaiev, descartó cualquier indemnización a los ex accionistas de Yukos. Preso durante diez años y en la actualidad en el extranjero, Mijail Jodorkovski se congratuló por la congelación de los activos rusos en Bélgica, en mensaje en su página Twitter.