Tomaron parte de esa conferencia oficiales de la policía y expertos en asuntos de seguridad pública y nacional y uno de los participantes fue el Secretario General de INTERPOL, Ronald Noble, un ex funcionario de los departamentos de Justicia y Hacienda de Estados Unidos.
El Departamento de Estado de Estados Unidos informó que “además de considerar el terrorismo, el tráfico de drogas y otras formas del crimen organizado, la agenda de la conferencia incluyó una discusión del uso incrementado de los bancos de datos de la INTERPOL, y la expansión del acceso al sistema mundial de comunicaciones policiales de esa entidad, conocido como I-24/7, para incluir ubicaciones estratégicas como aeropuertos y puntos de control de fronteras”.
INTERPOL declaró que en la actualidad todos los países de las Américas están conectados con I-24/7. “El sistema permite a la policía del mundo entero intercambiar información de manera segura y rápida usando la tecnología más moderna. (I-14/7 significa INTERPOL, 24 horas diarias, 7 días a la semana)”.
El Presidente de INTERPOL, Jackie Shelby, dijo que “hoy las amenazas del crimen trasnacional y el terrorismo no respetan fronteras ni límites nacionales... nuevas amenazas a la seguridad no sólo colocan bajo cuidadoso examen los métodos nacionales de ejecución de la Ley, sino que también recalcan la necesidad de una cooperación mayor y más efectiva, no sólo entre unidades de policía locales, sino también entre agencias de ejecución de la Ley nacionales e internacionales”.
Noble informó sobre el éxito de la “Operación Júpiter-América del Sur” contra la falsificación de productos en la zona de “La triple Frontera” entre Argentina, Brasil y Paraguay, que “generó una cantidad significativa de actividad adicional de ejecución de la Ley, lo que condujo al... decomiso de productos falsificados que pertenecían a criminales” internacionales organizados.
El Departamento de Estado dice que la región de La Triple Frontera interesa a Estados Unidos desde hace tiempo, razón por la cual ha iniciado un Diálogo Antiterrorista que se enfoca en la prevención del terrorismo, políticas contra el terrorismo y la cooperación internacional contra el terrorismo.
Para ello, informó el Departamento de Estado, Estados Unidos ha contribuido con un millón de dólares, “específicamente para basarse en el trabajo del Diálogo Antiterrorista.